domingo, 5 de junio de 2011

Hoy me toca elegir

Estoy convencida de algo: Debemos respetar el voto del otro, nada de ataques, TOLERANCIA POR FAVOR, cada quien decide y dudo que el voto de este domingo no haya sido meditado. Los ataques déjenselo a los políticos. Nosotros como peruanos asumamos un compromiso personal con el desarrollo del país desde nuestras vidas diarias pero sobre todo no olvidemos a los menos favorecidos, no los pongamos en los discursos o en la prensa solo cuando hay elecciones. Estoy segura que existen muchos compatriotas que día a día, silenciosamente realizan proyectos que impulsen el desarrollo, busquemos esos proyectos y apoyémoslo.

La única manera de eliminar el asistencialismo y la mediocridad es enseñarle a los menos favorecidos que ellos pueden hacer el cambio con un poco de educación, porque somos grandes, nuestra historia lo demuestra. Yo me niego a decir que los peruanos somos flojos, si esto fuera cierto no existirían tantos microempresarios, emprendedores, ellos me inspiran. No importa quien asuma el gobierno, en teoria él o ella representará a todos los peruanos, pues bien, entonces exijámosle a viva voz cuando no cumplan.

Hoy más que nunca amo mi país, este Perú hermoso que aún tiene la lección más importante que aprender: A mirarnos como hermanos los más favorecidos con los menos favorecidos, aprender a valorar las diferencias y enriquecernos con ellas. Este Perú milenario, es de todos, mi abuelito siempre me alento a tratar a todos con respeto, en sus palabras: Se le tiene el mismo respeto desde el barrendero hasta el Presidente de la República. Yo he seguido su consejo siempre, y la vida siempre me ha abierto puertas. No sé que pueda pasar hoy, solo deseo de corazón que Dios este presente en cada uno de nosotros y haga resucitar el amor que todos tenemos en nuestros corazones y dejemos atrás la intolerancia, la rabia y los intereses políticos para dar paso a una visión de patria que nunca hemos tenido: Solidaria. Quitemos de nuestro vocabulario las palabras cholo, pobre, ladrón, china que he escuchado tanto en esta campaña. El que no tiene de inga tiene de mandinga, todos somos una mezcla de razas, porque no sacarle provecho, a esa mixtura en los próximos 5 años.

En lo personal, mi situación personal no depende del gobierno de turno, mis decisiones las tomo en base a mis valores, pero y confieso avergonzada que en estas elecciones me deje llevar por la rabia y la desilusión del pasado de un gobierno que no supo aprovechar la fe que se deposito en él.

Hoy tenemos los candidatos que merecemos, no me canso de decirlo, si queremos cambiarlos, lo que tenemos que hacer es comprometernos desde nuestra propia realidad con el desarrollo de este Perú que amamos con locura, más acción, menos palabras. Para mí será un desafío, pero lo voy a hacer. Porque en los próximos 5 años no quiero decirme a mí misma, otra vez: No hice nada para que mi país no tuviera estos candidatos. Sé que muchos de mis amigos mi atacaron cuando dije que votaría viciado, hoy ya no es mi elección pero créanme que votar por quien voy a votar, no me hace mucha gracia, me duele en el alma pero sí quiero asumir una posición, una elección y ya dependerá de mí fiscalizar al que la mayoría elija como el presidente de nuestro país.

El destino no está escrito, todos podemos cambiarlo cuando lo decidamos. Yo estoy convencida que sino trabajamos en proyectos sostenibles que impulsen el desarrollo de los menos favorecidos, nada podremos hacer. El asistencialismo contribuye solo a crear mentes estériles, nada creativas y los peruanos somos creativos. Admiro a esos muchachos del colectivo NO A KEIKO porque se hicieron escuchar, eso me da esperanza en los jóvenes porque ellos serán los que protesten, los que sean la alerta para quienes como yo nunca salieron a las calles a protestar, nunca me ha gustado la política, mi abuelito siempre me repetía que todos los seres humanos somos políticos, siempre me resistí a la idea, pero es cierto, lo somos. Por eso cuando leo los comentarios del twitter o en el facebook de personas que conozco o no sobre estas elecciones, me repito porque somos tan intolerantes, y estamos como estamos porque no intervenimos activamente en fiscalizar a los políticos que elegimos para gobernarnos, tenemos flojera, yo tengo flojera porque me apoyo en la excusa de NUNCA VAN A CAMBIAR. Pero cambiarían si tienen a sus votantes detrás de ellos como tigres que observan la presa. Ninguno de los dos candidatos es mi favorito, pero debo elegir.
No soy un ejemplo de votante informado, pero si responsable por eso hoy, voy a elegir no al mal menor, sino al que creo menos contaminado, llámenme ilusa con ganas, pero en algo me tengo que apoyar para votar. Quien salga elegido, deseo cumplir con mi promesa personal de fiscalizarlo pero sobre todo buscar a esos compatriotas que día a día trabajan con los menos favorecidos para sacarlos adelante para apoyarlos de alguna manera. En 5 años mi sueño es abrir los diarios y leer: Perú disminuye el índice de pobreza gracias a proyectos impulsados por asociaciones civiles

Hoy me toca elegir

Estoy convencida de algo: Debemos respetar el voto del otro, nada de ataques, TOLERANCIA POR FAVOR, cada quien decide y dudo que el voto de este domingo no haya sido meditado. Los ataques déjenselo a los políticos. Nosotros como peruanos asumamos un compromiso personal con el desarrollo del país desde nuestras vidas diarias pero sobre todo no olvidemos a los menos favorecidos, no los pongamos en los discursos o en la prensa solo cuando hay elecciones. Estoy segura que existen muchos compatriotas que día a día, silenciosamente realizan proyectos que impulsen el desarrollo, busquemos esos proyectos y apoyémoslo.

La única manera de eliminar el asistencialismo y la mediocridad es enseñarle a los menos favorecidos que ellos pueden hacer el cambio con un poco de educación, porque somos grandes, nuestra historia lo demuestra. Yo me niego a decir que los peruanos somos flojos, si esto fuera cierto no existirían tantos microempresarios, emprendedores, ellos me inspiran. No importa quien asuma el gobierno, en teoria él o ella representará a todos los peruanos, pues bien, entonces exijámosle a viva voz cuando no cumplan.

Hoy más que nunca amo mi país, este Perú hermoso que aún tiene la lección más importante que aprender: A mirarnos como hermanos los más favorecidos con los menos favorecidos, aprender a valorar las diferencias y enriquecernos con ellas. Este Perú milenario, es de todos, mi abuelito siempre me alento a tratar a todos con respeto, en sus palabras: Se le tiene el mismo respeto desde el barrendero hasta el Presidente de la República. Yo he seguido su consejo siempre, y la vida siempre me ha abierto puertas. No sé que pueda pasar hoy, solo deseo de corazón que Dios este presente en cada uno de nosotros y haga resucitar el amor que todos tenemos en nuestros corazones y dejemos atrás la intolerancia, la rabia y los intereses políticos para dar paso a una visión de patria que nunca hemos tenido: Solidaria. Quitemos de nuestro vocabulario las palabras cholo, pobre, ladrón, china que he escuchado tanto en esta campaña. El que no tiene de inga tiene de mandinga, todos somos una mezcla de razas, porque no sacarle provecho, a esa mixtura en los próximos 5 años.

En lo personal, mi situación personal no depende del gobierno de turno, mis decisiones las tomo en base a mis valores, pero y confieso avergonzada que en estas elecciones me deje llevar por la rabia y la desilusión del pasado de un gobierno que no supo aprovechar la fe que se deposito en él.

Hoy tenemos los candidatos que merecemos, no me canso de decirlo, si queremos cambiarlos, lo que tenemos que hacer es comprometernos desde nuestra propia realidad con el desarrollo de este Perú que amamos con locura, más acción, menos palabras. Para mí será un desafío, pero lo voy a hacer. Porque en los próximos 5 años no quiero decirme a mí misma, otra vez: No hice nada para que mi país no tuviera estos candidatos. Sé que muchos de mis amigos mi atacaron cuando dije que votaría viciado, hoy ya no es mi elección pero créanme que votar por quien voy a votar, no me hace mucha gracia, me duele en el alma pero sí quiero asumir una posición, una elección y ya dependerá de mí fiscalizar al que la mayoría elija como el presidente de nuestro país.

El destino no está escrito, todos podemos cambiarlo cuando lo decidamos. Yo estoy convencida que sino trabajamos en proyectos sostenibles que impulsen el desarrollo de los menos favorecidos, nada podremos hacer. El asistencialismo contribuye solo a crear mentes estériles, nada creativas y los peruanos somos creativos. Admiro a esos muchachos del colectivo NO A KEIKO porque se hicieron escuchar, eso me da esperanza en los jóvenes porque ellos serán los que protesten, los que sean la alerta para quienes como yo nunca salieron a las calles a protestar, nunca me ha gustado la política, mi abuelito siempre me repetía que todos los seres humanos somos políticos, siempre me resistí a la idea, pero es cierto, lo somos. Por eso cuando leo los comentarios del twitter o en el facebook de personas que conozco o no sobre estas elecciones, me repito porque somos tan intolerantes, y estamos como estamos porque no intervenimos activamente en fiscalizar a los políticos que elegimos para gobernarnos, tenemos flojera, yo tengo flojera porque me apoyo en la excusa de NUNCA VAN A CAMBIAR. Pero cambiarían si tienen a sus votantes detrás de ellos como tigres que observan la presa. Ninguno de los dos candidatos es mi favorito, pero debo elegir.
No soy un ejemplo de votante informado, pero si responsable por eso hoy, voy a elegir no al mal menor, sino al que creo menos contaminado, llámenme ilusa con ganas, pero en algo me tengo que apoyar para votar. Quien salga elegido, deseo cumplir con mi promesa personal de fiscalizarlo pero sobre todo buscar a esos compatriotas que día a día trabajan con los menos favorecidos para sacarlos adelante para apoyarlos de alguna manera. En 5 años mi sueño es abrir los diarios y leer: Perú disminuye el índice de pobreza gracias a proyectos impulsados por asociaciones civiles

sábado, 4 de junio de 2011

Tiempo para mí


“si extrañas lo que hacías, vuélvelo a hacer”, es parte de una lectura de la Madre Teresa de Calcuta que tengo pegada detrás de mi puerta, hoy seguí su consejo y volví a hacer lo que extrañaba: mis paseos conmigo misma. Hoy fue la última clase del curso de redacción, la clase se prolongo más de la una. Plaza San Miguel esta de camino a mi casa, después de una larga cola en Ripley, pensé por qué no cine, en mi cabeza estaba ver X-MEN: First Class, buena elección.

A mi familia y algunos de mis amigos le parece extraño que vaya sola al cine, yo prefiero decir que fui acompañada de mí misma. Disfrutar de mi tiempo, sin prisas, haciendo lo que me gusta: leer mientras espero que sean las cuatro para entrar a la sala 3 de Cineplanet, pienso en todo aquello que he dejado de disfrutar por el trajín de mi vida cotidiana. Hoy me di el gusto de engreírme, de no almorzar saludable y sentarme al lado del pasillo en el cine. Confieso que es extraño estar sola en el cine, pero me gusta esa sensación de estar haciendo algo inusual.

Por fin empieza la película, la historia esta intensa, no me he perdido ninguna de las ´movies’ como dicen alguna de mis amigas de X-Men. Esta no podía ser la excepción. Una vez más confirmo que las diferencias no deben separarnos al contrario, deberían enriquecernos. Si existieran mutantes en esta era, sería interesante descubrir cómo reaccionaríamos cada uno de nosotros. ¿Nos sentiríamos amenazados? ¿En desventaja? Este tipo de historias me hacen pensar en qué difícil es aceptar para el ser humano, que puede existir alguien superior a la raza humana.

Los mutantes actuales son todos aquellos que piensan distinto a lo impuesto por la sociedad, son todos aquellos que ven en el otro a un hermano, aquellos que buscan la unidad más allá del color de la piel o las creencias, son todos aquellos que al estar en contacto contigo o conmigo, transmiten paz y sabiduría, así como los maestros de oriente. Pero también, son todos aquellos que tienen alguna discapacidad o habilidades distintas, que a veces miramos con lástima y son ellos los que nos enseñan a amar. Para mí los mutantes son aquellos que buscan crear un mundo en el que ser diferente no signifique restar sino sumar, que no tienen miedo a mostrar sus emociones, ser como niños, en mirar al otro con compasión y logran ponerse en el lugar del otro, entiendo sus razones.

Cuando observo a los niños jugueteando en el cine, incontrolables, pienso que aún tenemos esperanza: Si logramos que estos niños tengan un pensamiento positivo, unitario y solidario con alguien que es diferente a ellos, sé que el mundo será diferente.

Jim Rhon, filosofo de negocios, tiene una frase que me motiva e inspira: “Si quieres que tu mundo cambie, primero cambia tu mundo”. Por eso decidí hace algún tiempo dejarme guiar por mi corazón, no es una tarea fácil pero me apasiona. Sueño con ese mundo que puedo construir desde mi propia realidad cotidiana. Un mundo en el cual, la palabra “diferente” signifique enriquecedor.