jueves, 4 de octubre de 2012

A punto de cumplir 35 años



Jueves 4 de octubre
Son las 6:28 a.m. Estoy despierta, no puedo dejar que este día se me escape, solo hasta hoy tendré 34 años. Un fin de semana de largo dejo reflexión, copas demás y cartas sobre mi mesa de noche, ¿tengo una? Este año que dejo ha estado cargado de emociones que me han llevado al límite de mis fuerzas y de mi fe. No entiendo bien por qué, solo me siento agotada de seguir viviendo el guión del último año, tiempo de cambiarlo.

La vida es como las estaciones, dice Jim Rhon maestro de maestro, y tiene mucha razón, el invierno de la duda, de las deudas o del desamor, no dura para siempre, luego llega el verano con su luz y calor. Yo sigo esperando salir del invierno, me he hecho más fuerte, de eso estoy completamente convencida.

En este último año, perdí físicamente a mi abuelita Naty, es un dolor del cual no me recupero, me consuelo sabiendo que está en un lugar mejor y que está más cerca que nunca, porque el espíritu puedo ir y venir sin la atadura del cuerpo. Sin embargo, la extraño. Mañana será un año que ella me abrazo por mi cumpleaños, que me canto Feliz cumpleaños, que compartió conmigo la mesa, la recuerdo sentada en el comedor de casa, sonriendo y cantadome, esa carita viejita que me alegraba cada mañana ya no está, y no puedo evitar llorar. Cómo se puede dejar de amar a un ser que es tan importante para mí. Esa ha sido una de las lecciones más duras de pasar el año pasado: Aceptar la muerte como un paso a otra vida, de una persona que me amo tanto en vida. Preparar su año de partida es como una tarea que no quiero hacer, porque no quiero aceptar del todo que ya no está físicamente, sin embargo debo avanzar y aceptarlo, si quiero crecer.

Este año se paso sin leer al Príncipito, lo primero que haré al llegar a los 35 es leerlo, siempre encuentro esa sabiduría necesaria para detenerme y reflexionar sobre mi vida. Vida que siento que en este último año le ha pertenecido a mis deudas y el trabajo. Hay mucho de cansancio en mis palabras, frustación pero por eso escribo, para sacudírmelas, para darme un nuevo chance de comenzar, por eso amo mi cumpleaños, porque puedo empezar de nuevo, agradeciendo por lo que viví , aprender del pasado y avanzar, aunque no siempre logro despercudirme del pasado jeje!!! Esa es otra tarea que debo hacer.

Para este nuevo año tengo nuevas metas, he revisado las que escribí durante el 1 de enero de 2012, algunas he cumplido, otras debo reforzarlas. Seguiré trabajando en mí misma, con más fe, con más amor y paciencia, porque me gusta como soy solo tengo que ajustar ciertos detalles. Una de las cosas que quiero hacer en mi nuevo año de vida es viajar a Chavín de Huantar, tengo esa deuda pendiente con mi abuelito Moisés, recorrer esas calles que imaginaba cuando mi abue me contaba sus historias de niño, recorrer el Castillo de Chavín e imaginar a mi abuelito Moisés de 9 años ingresando con un ovillo, palomillando con sus amigos. Tomar esas fotos que ya no le podré enseñar a mi abuelito del lugar donde nació. Sé que él me acompañará en ese proyecto. Otra de las meta es vivir cada día sin preocupación, vivir haciendo las cosas que haga con pasión. La pasión y algo de locura es lo que distingue a los que han logrado el éxito no solo monetario sino de vida. Un poco de locura, es lo que me falta para alcanzar esos sueños hasta ahora inalcanzables para mí. Sacrificio también porque tendré que dormir menos pero valdrá la pena.

Leer mucho más de lo que leí esta año, esa es una de mis pasiones, leer me permite escapar a lugares que físicamente aun no puedo ir o a paisajes imaginarios. También me han ayudado a entenderme mejor los libros de crecimiento personal, han sido mejor que un psicólogo porque nadie sabe mejor lo que le conviene, que nuestro corazón. El corazón no es un órgano sensiblero, es sabio, solo que debemos lograr silenciar nuestra mente para poder escuchar su voz, sin el ruido del día a día y de los conceptos que el mundo nos introduce en la cabeza. Estudiar y practicar lo espiritual con más disciplina, es otra de mis metas. Me siento completa cuando medito, oro y práctico las leyes espirituales. En el último año, agradezco por las personas que he conocido que también comparten esa curiosidad por lo espiritual, con las que he conversado horas sobre el tema, nada sucede por casualidad sino por causalidad.

Uno de los regalos más grandes de este último año: el amor de mis padres y mi tía, solo siento amor y agradecimiento por ellos, han sido y son mi fortaleza, me han sostenido cuando ya no tenía fuerzas, ha peleado mis luchas conmigo, han curado mis heridas con sus abrazos y sus gestos de apoyo. No tengo palabras para agradecerles por todo el apoyo que me han dado, siento que no lo hacen por responsabilidad -Antes lo creía- sino porque realmente me aman. Aquí tengo una meta cumplida: Aceptar que mi familia me apoya y me ama tal como soy. Eso me hace inmensamente feliz y le doy gracias a Dios por eso, curar con mi familia ha sido un gran regalo.

Me siento afortunada por los amigos que este último año estuvieron conmigo, con los que compartí cumpleaños, los que me escucharon, los que estuvieron allí para decir: ¡Vamos Vane si se puede! Mi especial cariño para Carla, Pili, Sergio, Vane, Romina, Jessica, María José, Edward, Gigi y Jhoani, gracias a Dios por sus palabras pero sobre todo por su amistad. A mis amigas del cole Julissa, Cynthia, Gina, María Jessica, Mily, Sandra y Sarita la carmelita infiltrada por hacer de cada día antes de mi cumpleaños algo especial y único, nunca voy a olvidar mi fiesta del Principito con la que di la bienvenida a mis 30 años, siempre será el mejor recuerdo de mi vida.

Llegó las  7 a.m debo ir a trabajar. Me voy agradecida a Telefónica porque me apasiona lo que hago allí, solo tengo que poner magia otra vez a los detalles y sé si le pongo más amor, todo será mucho mejor.
¡Gracias Dios por los 34 años de maravilloso aprendizaje en esta Tierra!
07:02 a.m.
 Mate a mi príncipe azul.  Dibujo cortesía de Robotv, gracias por captar la idea :). Ya no creo en los príncipes azules.