Navidad desde hace 5 años no es lo mismo, mi abuelito Moisés se fue físicamente del planeta Tierra, cumplió su misión y fue llamado nuevamente al Padre. Ahora lo sé, todos tenemos que cumplir nuestra tarea en esta Tierra. Mi abuelito cumplió una muy hermosa con todos los que se relacionaron con él: Aconsejar de la manera más sabia para tener siempre un norte en la vida.
Hoy después de 5 años finalmente he recuperado el espíritu navideño, ya no le hecho la culpa a Dios porque mi abuelito falleció en Navidad, ahora lo veo como una gracia divina, ¡Que mejor que fallecer en Navidad!, tiene un toque simbólico dejar la vida terrenal y nacer a la vida con Dios, volver al Padre como todos lo haremos al final de nuestra misión en la Tierra.
El mismo 25 escribí la líneas de arriba, hoy a 5 días de la conmemoración de su partida física, pienso en lo importante que fue mi abuelito para todos mis primos, si le preguntáramos a cada uno cómo era el abuelito, tendríamos sin duda más de una respuesta porque él se preocupaba de compartir con cada uno de nosotros y como todos somos diferentes podemos dar una respuesta distinta. En lo que sí coincidimos todos es que sus consejos nos han ayudado mucho en la vida.
El sábado 25 de diciembre fue complicado para mí ir al cementerio, un mal entendido con mi abuelita genero un malestar que aún persiste hoy, sin embargo he decidido no apenarme, sino disfrutar del momento, del último día del año 2010 para despedirlo bien.
En el 2010 se cumplieron 5 años de la partida de mi abuelito, se fue también mi abuelito materno y con él la oportunidad de conocerlo un poco antes que el alzeheimer lo dejará sin recuerdos. Pero no sucedió así, se fue y no pude compartir con mi abuelito Lucho como lo hice con mi abuelito Moisés. Sin embargo, sé que así tenía que suceder.
Hoy en el último día del año pienso en mi abuelito Moisés, hoy quemaré las cartas que dejamos en su tumba, para que al quemarlas suban al cielo las palabras y le digan al abue que estamos bien, que lo amamos y que sabemos que nos encontraremos con él al final de nuestra vida en la Tierra. Extraño a mi abuelito, claro que sí pero el sábado que estuve por la tarde casi al cerrar el cementerio, frente a su tumba me di cuenta de lo cerca que lo tengo, cuando digo algo que él me repetía, cuando pienso en algo que él me decía. Entonces porque estar triste, eso no honraría su memoria porque el abue siempre fue muy bromista y sé que a él no le gustaría ver a sus nietos tristes, al contrario lo que él siempre quiso fue vernos felices, profesionales pero sobre todo hombres y mujeres de bien. Que orgullo poder decirles que todos sus nietos lo somos a causa de sus consejos y su ejemplo.
Por eso abue siempre vivirás entre nosotros, solo te fuiste físicamente pero espiritualmente te quedaste con nosotros. Pero no debemos recordarte con tristeza al contrario debemos recordarte con amor, porque tú nos enseñaste a tratar a todos de igual manera, porque se trata con el mismo respeto desde el barrendero hasta el presidente de la república.
Estar en el cementerio a la hora que mi abuelito hace 5 años se puso mal, en su momento de agonía lo asistí solita porque los médicos mandaron a mi familia a hacer análisis innecesarios, en vez de decirnos que abuelito estaba en agonía, quedarnos a su lado hubiera sido lo mejor. Pero esa misión me toco a mí, ahora sé por qué: Dios me estaba preparando para servir y mi prueba fue atender a mi abue tan amado, fue doloroso verlo partir pero cuando pienso en ese momento ya no me da pena, estoy agradecida porque lo ayude a pasar el umbral de esta vida.
Hoy sé que mi abuelito me cuida de cerca, lo sueño cuando quiero pedirle un consejo y él viene, es maravilloso hoy en el último día del año dedicarle estas líneas a mi abuelito Moisés, un hombre sabio y que supo amar a su familia sin distinguir a nadie, a todos nos trato siempre por igual.
Vives en mi corazón y en el de todos tus nietos.
5:43 pm
v.c.y
33 años
