Las mujeres son como las bolsas de té; ponlas en agua caliente y se hacen más fuertes. La cita de Eleanor Roosevelt me sirve para reflexionar sobre los últimos sucesos en mi vida. En esta madrugada de insomnio, vienen a mi cabeza muchas frases que se me han quedado en el subconsciente y que fueron ayudándome a armar mi rompecabeza. Cuando estas frente a un desafío, todo lo que has leído o meditado se puede ir al tacho de basura, sino encuentras esas anclas que no permiten que tu barco sea movido de un lado a otro. Un lunes negro viví, negro para mí porque lo miraba como mi propio lente de aumento: La culpa de decisiones tomadas en el pasado, los comentarios familiares y el no perdonarme. Todo bajo esa lupa formada por esos materiales, se convierte en una crisis mundial.
Cuando crees que tendrás un resultado y no lo obtienes, la frustación se apodera de uno, pero puedes decidir cuál será tu actitud. Yo decidí cerrar mi puerta con llave, no atender a nadie, no contestar el celular y liberar todo lo que tenía atrapado por dentro. No sé si sea una buena elección, para mí lo es. Me liberé de mis pensamientos absurdos, lloré y lloré buscando que la rabia y el perdón no se mezclaran. Y como dice una de mis canciones favoritas: “Entre dudas nace la verdad” Nada más cierto, esa noche sola, meditando y dejando que todo salga, me dormí pensando como Scarlet en Lo que el viento se llevo: “Mañana será otro día”.
Y el martes fue otro día, tomé el día con agradecimiento y pensé en lo bueno de lo que sucedió el lunes, cuál era el aprendizaje. La noche anterior, confusión total, rabia, cansada fueron las palabras que más repetí en mi monologo nocturno. Al levantarme, pensé que siempre hay un nuevo día, pensé en que este era el momento de demostrarme que soy fuerte, que me levanto con más entusiasmo después de una caída. Que soy indestructible.
Estoy sumamente agradecida por las pruebas que me han tocado durante mi aprendizaje. La más dolorosa es que un miembro de mi familia no me hable, rezo cada día porque Dios toque su corazón y se de cuenta de mi intención al preguntarle como estaba. Nada es perfecto, eso lo sé muy bien, lo importante es que actitud tomaré frente a una situación determinada. Como leí hoy: “The more you know, the less you need to say” en el muro de Jim Rhon.
Una buena conversación con los chicos de la parroquia se inicio a propósito de pagar una apuesta. Durante la semana mi facebook se convirtió en punto de encuentro para hablar sobre el amor, sí ese sentimiento loco, esquivo y mágico que de vez en cuando nos hace perder la cabeza.
Yo, telenovelera como siempre, escribía casi furiosamente que el amor había perdido mi dirección, mis amigos me reclamaban que tuviera paciencia, sin querer caí en la cuenta que sí, tengo una visión del amor aún adolescente, casi de cuento de hadas, del príncipe azul y el caballo blanco, digamos un Terry para ser más exacta. Y es que debo aceptar que a mis 34 años, el amor no es uno de los temas que maneje con maestría, me equivoco, meto la pata y sigo creyendo que el amor es un animal extraño que no se deja cazar, eso lo leí en algún lado, lo repito aquí porque creo que el amor, cada vez a medida que cumplo un año más de vida, lo veo como algo deforme, ya no sé exactamente que es el amor.
Esta noche mientras fastidiábamos a uno de los chicos por sus comentarios en facebook como: “estoy deseando q en esta ciudad se valla la luz y la enciendas tú” o “si tú me besas no prometo devolverte tu boca bésame sin miedo y vuélvete loca quiero ser el ministerio que descubra tu misterio y que descubra formulas para besarte sin parar” tratando de descubrir el nombre o nombres de la que le quitan el sueño o la luz jeje!!! Surgieron confesiones en la mesa de las relaciones amorosas y de esos amores que nunca se concretaron.
¿Hasta qué punto somos capaces de dar por amor? Comentábamos el caso de un chico que dice sí a todo lo que su enamorada le dice, ¿Qué? ¿En qué momento permites que tu pareja decida por ti? ¿Serán las mariposas en el estomago las culpables de la situación de pisado o pisada?
En la mesa, Jhoa es que la que tiene más de 7 años con su enamorado, Gigi trata de asustarla y decirle que no siempre se casan con el enamorado de años. Jhoa responde rápidamente, que la que está en peligro es Gigi porque está en los inicios de la relación, donde el amor es lindo con mariposas en el estómago. Eso me recuerda que para algunos científicos el amor dura entre 2 y 3 años. Encontré una explicación que me pareció realmente interesante:
Aunque nuestro cerebro sea un órgano muy flexible, la bioquímica y la neurofisiología no permiten variaciones demasiado marcadas de un individuo a otro, por lo que se presuponen determinados lapsos de tiempo y el organismo no puede alargar mucho el plazo durante el cual se secretan en abundancia las hormonas asociadas a la etapa del enamoramiento romántico e, indefectiblemente, toda la locura de la pasión se va desvaneciendo gradualmente. Se estima que el período en el que vivenciamos tan marcadamente esas sensaciones que normalmente identificamos con el Amor (con mayúscula) dura, en general, un promedio de solamente dos o tres años, con un máximo de los “famosos” cuatro años, lo cual estaría determinado orgánicamente y tendría un sentido evolucionista. En este sentido se ha descubierto que la molécula proteínica conocida comofactor de crecimiento nervioso(NGF) presenta niveles elevados cuando nos enamoramos de una nueva persona, pero vuelve a sus niveles previos al cabo de un año; por lo tanto, esa tan alta intensidad y emocional, sólo sucede una vez en los inicios de una relación de pareja. Por supuesto que se seguirán produciendo momentos de placer y alegría – ambas definidas necesariamente como emociones pasajeras - pero serán menos frecuentes y menos abundantes.
Entonces ¿Estamos condenados a vivir con locura de amor 2 o 3 años? Me niego a aceptarlo, yo quiero vivir en eterna locura amorosa. Al parecer aunque use el pensamiento positivo o use la estrategia que Valeria Mazza, en un antiguo comercial de Saga Falabella, en el que afirmaba que una mujer debe ser: madre, esposa, bruja y romántica; me llego a convencer que una mujer debe estar preparada para caracterizar todos los papeles que le permitan ser distinta y a la vez una para mantener siempre a tu pareja entusiasmado contigo.
Surgió una coincidencia en gusto por un chico, lo curioso fue la respuesta de los otros amigos: ¿Qué le vieron? Ambas no supieron que responder, ¿es fácil responder sobre qué te gusta de un hombre o una mujer? Nunca en este punto he podido ser atrevida, siempre respondo de manera diplomática o no comprometedora: “Su forma de ser, que me hace reír o su mirada” Tonterías lo que en realidad quiero responder es: Me muero porque me dé un beso. Responder con honestidad puede llevarme a ser el blanco de los comentarios o peor aún que llegue a oídos de quien me interesa. Así que por ahora, seguiré respondiendo diplomáticamente.
El cerebro, movido por las emociones, produce sustancias químicas que hacen que la persona eleve su autoestima, experimente sensación de euforia, se sienta animada, alegre y vigorosa, sin necesidad de tomar, inyectarse o fumar nada.
Estas sustancias que produce el cerebro, denominadas hormonas endógenas (ya que se producen en la corteza cerebral) bien podrían llamarse "drogas de la felicidad". Algunas de ellas son:
·La oxitocina, que se produce cuando existe un amor pasional y se relaciona con la vida sexual.
·La dopamina, que es la droga del amor y la ternura.
·La finilananina, que genera entusiasmo y amor por la vida.
·La endorfina, que es un trasmisor de energía y equilibra las emociones, el sentimiento de plenitud y el de depresión.
·La epinefrina, que es un estímulo para el desafío de la realización de metas.
Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia emocional e interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma.
Cuando estamos enamorados, la dopamina aumenta 7000 veces su cantidad, acompañada de la oxitocina, responsable de la pasión sexual y de las fenilananinas, responsables del entusiasmo, bloqueando el aspecto de la lógica y la razón.
En los recién casados, se produce gran cantidad de oxitocina, que es responsable del amor pasional. Por eso, ellos irradian felicidad, se sienten plenos, alegres y motivados. Como vemos, la felicidad no es algo vago e impreciso, ni una sensación nebulosa: es el efecto de un flujo correcto de sustancias químicas que proporcionan al ser humano su equilibrio físico y psíquico. Así, la felicidad se puede incrementar por medio de las siguientes actitudes o actividades, todas productoras de estas "drogas" internas:
·Amar y disfrutar apasionadamente lo que hacemos.
·Tener relaciones con personas que nos motivan y enriquecen nuestra fuerza vital.
·Tener una autoestima positiva y un sentido del valor personal. Trabajar y lograr pequeñas o grandes metas. Descansar y dormir profundamente. Manejar adecuadamente el estrés.
·Hacer ejercicios regularmente: "mente sana en cuerpo sano".
·Recordar los momentos felices de nuestra vida, ya que en esos momentos la mente no distingue entre lo real y lo imaginario.
El secreto está dentro de nosotros. Sentirnos felices es, en parte, una cuestión de actitud hacia la vida: las drogas de la felicidad no se consiguen en el exterior, sino que son creadas mediante una vida llena de amor, entrega, optimismo, ejercicio, satisfacción personal ante el logro de metas y vocación y devoción por lo que se hace.
Por eso, cuando tomamos decisiones en el plano amoroso, que no fueron beneficiosas para uno, hemos aprendido a la mala a quién no queremos como pareja y avanzamos un paso más en el camino correcto para elegir o permitir que se nos acerque el indicado. Edward comentaba que se dice que uno cuando elije a una pareja, ésta no tiene el 100% de lo que se imagino para alguien a su lado. Pienso que es acertado decirlo, eso me recuerdo lo que me repetía mi abuelito: “No busques un hombre guapo, busca un hombre que ame a su familia y busque siempre salir adelante” o la frase: “Antes del príncipe, es necesario besar muchos sapos”. En lo personal, si puedo obviar el beso de sapos y pasar al príncipe, sería inmensamente feliz jeje!!! Imagino que eso no es posible, sino cómo puedes saber que estas con la persona correcta, sino has probado algunos de los platos del menú y luego decidir cuál te gusta más.
Sigo creyendo que el amor, sigue siendo un sentimiento que no te llega cuando quieres, sino cuando estas lista para caer en la locura del amor, en donde no te importe que él no use los colores que te gustan o que llegue a tu casa a ver fútbol, a ti solo te importa que él este a tu lado. Por ahora, sé que no debo preocuparme si llega el amor, debo más disfrutar todo lo que pueda la locura amorosa de los primeros 3 años, luego tendré que luchar con la rutina y ser creativa para no caer en el aburrimiento.
La publicidad de Sprite: Todos quieren lo que tú tienes, en la que un chico es cortado por su novia, en la banca calientan varios jugadores y bajo el slogan: Si te quedas, te atrasan… Pone sobre el tapete la figura del atrasador, pero ¿es realmente un atrasador? O ¿sólo aprovecha la oportunidad de mercado?
En todo caso ¡seas atrasador o no! el tiempo de duración no está garantizado, mejor usar la garantía otorgada por el cuerpo humano de 2 a 3 años para disfrutar de eso llamado amor.