martes, 20 de noviembre de 2007

Tranquilidad


Hoy es martes, cerca de las 3:10 pm. Casi cerca del almuerzo, sentí una paz maravillosa, sentía mi cuerpo en armonía absoluta y le comentaba a Eliana, mi compañera de carpeta que presentía que algo bueno estaba por pasar. Que nunca en mi vida me había sentido tan tranquila, tan en paz.
Ayer, Miguel me dijo: Vane últimamente vienes más guapa, siempre lo has sido pero ahora se te ve distinta. Mi respuesta fue un gracias, quizás sea que ahora estoy tranquila internamente y eso empieza a reflejarse externamente. Y es verdad, la paz que siento, se lo debo en parte a mi nueva forma de ver la vida, ya no soy la víctima de la vida, ahora tomó los problemas como retos, ahora puedo levantarme un día triste pero me miro al espejo y me digo con una gran sonrisa: HOY SERÁ EL MEJOR DÍA DE MI VIDA.
Y es cierto, desde que empecé hace 6 meses en este proyecto personal de cultivarme, de leer libros de autoayuda que antes miraba con desgano y hasta con indignación, hoy los encuentras en mi escritorio, en mis libreros, ¿por qué? porque he encontrado en ellos ese respiro para pensar en mí, para analizar porque las cosas no me han salido como las pensaba, ¿y saben por qué? porque nunca las puse en papel, jamás las puse en papel y ahora que las tengo casi listas, eso algo que debo mejor también, el casi... Por usar el casi, casi me quedo sin vida propia, viviendo siempre lo que otros querían, hoy que he tomado las riendas de mi vida, siento que la vida tiene más matices y no sólo es negra. Hoy puedo levantarme por la mañanas y saber que todo dependerá exclusivamente de la actitud que tenga frente a las cosas que me pasen.
No sé si alguna mañana me levante y descubra que me he convertido en otra persona, me gustaría mirarme al espejo y decirme: hey Vanessa me parece que esas arrugas que salieron de tanto renegar, ya no estan y ahora se han transformado en líneas del tiempo bien aprovechadas. Me gustaría levantarme un día y sentir que soy la persona que soñe ser: decidida, atractiva, inteligente y que enfrenta los problemas con una actitud positiva pero sobre todo que no reniega, sino que al contrario sonrie siempre y sabe que es mejor hablar antes que gritar. Sólo así podré saber que mate a mi vaca del yo nunca cambiaré, sólo así sabre que Dios me puso esta oportunidad porque sabía que era lo que buscaba.