Desde anoche solo canto esa canción ochentera del gran ídolo de la canción venezolana: Solo pienso en ti de Guillermo Dávila y ya sé que algunos cuestionarán mis gustos, pero que más da, esa canción se me ha pegado y queda bien con lo que voy a escribir.
2:45 p.m.
Me acompaña el recuerdo de ese beso que no me diste. El perfume de tu recuerdo lejano, la incomprensión de mis sentimientos hacia ti.
Me acompaña tu imagen que evoco cuando cierro mis ojos al terminar el día.
Quisiera decirte: Te amo, pero cómo hacerlo si a penas te conozco entre líneas,
he creido conocerte, he intentado develar el misterio de tu búsqueda.
He intentado decirte lo mucho que te amo en silencio, te amo.
Me sonrojo si escucho tu nombre y tú sigues habitando mi cabeza,
me niego a dejarte escapar poeta. Tú inspiras mis noches de escritora, tu mirada esquiva me alienta a seguirte silenciosamente.
Mi querido poeta, me pierdo entre tus versos sensibles, cargados de pedazos de tu alma, que intentas armar a partir de palabras .
Yo aquí sigo soñando despierta con tu pluma, con tu voz que me fascina y con la sonrisa que me encanta imaginar que algún día será para mí.
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