martes, 19 de julio de 2011

transnochada

1:09 a.m.
Me cuesta dormir. La noche me invita a reflexionar sobre no sé: el amor, el trabajo, la vida, los amigos, las deudas, el sentido de mi vida. No sé, a veces creo que debería dormir temprano, siempre busco una excusa para desvelarme, esta noche fue Mi corazón insiste protagonizada por mi bello Jencarlos Canela y como no desvelarse por semejante bombón jaja!! Pero ya lejos de gustos fanáticos.
La noche me permite escucharme, paran los pensamientos, se detienen como dándome tregua para mirar más dentro de mí, para escucharme. No sé, si siempre fue así, no lo recuerdo bien. Anoche me perdone por haber amado tanto, lo perdone. Perdoné al gran amor de mi vida, y le di las gracias por todo lo que me enseñó. Me levanté liberada el lunes, feliz, radiante como si me hubiera quitado un gran peso de encima y por qué no escribir de ese gran amor.
Lo conocí cuando tenía 15, yo 17 años. Mi amiga del cole quería que todos sus amigos fueran a la fiesta de promoción. Así que eligió uno para mí, puedo decir que la idea me puso nerviosa. No lo conocía, solo conocía a sus amigos y la verdad ninguno de ellos me gustaba, así que tenía cierto temor de quien sería mi pareja. El día del encuentro lo recuerdo claramente: El llego vestido en overol de jean, era la moda en el 94, para tener la edad que decía que tenía no parecía, quizás porque era mucho más alto que yo. No puedo negar que me gusto desde que lo vi, así que me puse mucho más nerviosa de lo que esperaba, él como yo era tímido. Así que los chicos del grupo se encargaron de crear situaciones para que habláramos, me acuerdo que me preguntó si me gustaba el cine, le dije que sí. Recuerdo también que nos apagaron la luz, más infantiles los chicos. Todo absolutamente me ponía nerviosa.
Llego el gran día de la fiesta de promoción, los nervios por supuesto estaban a flor de piel. Me vería bien, que le digo, de qué hablamos. No recuerdo bien si después de aquella vez en casa de W volvimos a vernos. Cuando me llamó por teléfono para decirme que iría a recogerme con J y que demoraría porque tenía un tema con el carro, simplemente me enamore y mi tía Olga de él jaja!! Me parecía un chico muy educado. El teléfono de casa era el único testigo-antes- de la ansiedad de una chica jaja! Hoy el celular o blackberry se convierte en el penitente de la espera. Al llegar a mi casa D, los nervios me traicionaban, llegue hasta arrepentirme de ir a la fiesta, un dolor de estómago siempre te salva de apuros, pero no mi tía no dejo que eso sucediera. Me dijo: el chico esta abajo, es bien guapo. Ese argumento y la aprobación de mi tía me convencieron.
Al bajar y entrar a la sala verlo en azul jaja me dije: Es mi príncipe azul. D era muy cuidadoso en todo, todo un caballero. Creo que también yo lo ponía nervioso, solo me saludo y sonrió con la misma sonrisa que 9 años después me haría perder la cabeza. Me enamoré de esa sonrisa. Al salir de mi casa, caminando hacia el carro, me dijo que me veía linda, eso me sonrojo y solo le dije gracias, tú también y se rió con ese tono especial que tiene su risa, que a los 33 años me hace aún reír.
La fiesta de promoción fue la clásica fiesta con protocolo, los papas en otro ambiente del local, las chicas con sus parejas en mesas. Para mí, que siempre creí que Fabián, mi vecino y primer enamorado, sería mi pareja de promoción, estar al lado de D me pareció algo fuera de mis planes, pero me gustaba.
Conservo una foto de aquella noche, hace mucho que no la veo, pero sí recuerdo cada detalle, ambos sonreírnos y nos vemos tan jóvenes. Creo que mi papá la tomó mientras bailaba con D y bromeábamos con sus amigos. Pienso que esa noche ambos nos enamoramos. Quería verlo después pero cómo hacer, una chica carmelitana no puede decirle a un chico para verse luego, qué hago, mi pulsera se me cayó y él ofreció guardarla en su bolsillo. La excusa perfecta, yo olvide pedírsela antes de irme, una buena táctica. Bailamos toda la noche hasta las 6 de la mañana en que mis padres decidieron que era hora de irse.
De pura emoción no dormí hasta que sonó el teléfono, era D y yo emocionada no sabía que responder: “tengo tu pulsera, ¿te la puedo llevar hoy?” Claro dije. Las horas pasaban tan lento, ya quería que fuera de tarde para que llegue D. Cuando sonó el timbre bajé corriendo las escaleras, abrí la puerta de la sala y allí estaba él con esa camisa a cuadros que le sentaba tan bien. Hola, hola repetí. Lo invité a pasar y conversamos un largo rato en el sillón, ya no recuerdo como fue exactamente pero creo que me dio la pulsera y me dijo algo como que si yo no me había dado cuenta que él buscaba una excusa para volverme a ver. Yo solo pensaba que tenía en frente a un chico menor que yo, que me gustaba mucho, si era correcto estar así tan cerca de él. D siempre ha sido como un imán para mí. No recuerdo en qué momento después de colocar la pulsera en mi mano, me preguntó si quería estar con él, yo solo dije: sí. Sonrió, se fue acercando lentamente hasta mí y me beso, solo para cerciorarme que efectivamente nos estábamos besando abrí los ojos y sí, era real lo estaba besando.
Lástima que nuestra relación duro un poco más de 2 meses, solo 6 años después supe las razones por las que termino conmigo. Me costó levantarme de esa ruptura, porque a pesar del poco tiempo juntos, D siempre fue detallista, me presentaba con sus amigos como un orgullo como quien presenta una joya preciosa, así me trataba él como una delicada joya.
Pasaron más de 9 años para que cicatrizaran las heridas y cuándo pensé que ya todo lo había superado, volvió a mi vida con más fuerza que antes. Viví intensamente a su lado, sin un compromiso de por medio, quizás porque no quería que desapareciera otra vez de mi vida. Me aferré a él, acepte sus condiciones aunque yo no estaba de acuerdo, solo por no perderme mirar esos ojos negros, esas noches de conversa entre botellas de vino, los temas parecían interminables. Él y yo siempre tuvimos una conexión muy especial. Pero se fue de mi vida otra vez, sin despedirse. Lo odie por unos años más.
En el camino me enamoré de otros chicos, pero siempre D fue como una espina clavada en el corazón. Y como si la historia no se terminará nunca, volví a caer en la seducción de sus besos, de su conversación de mundo y la forma de llamarme Vane coger mis manos entre las suyas, que me hacían perder la ecuanimidad jaja!! Ahora que lo recuerdo, me da un poco de roche, pero D es un seductor nato y yo nunca he podido decirle que no.
Aprendí a decirle que no cuando me di cuenta que mi vida no iba a ningún lado, que no podía bailar al son de su seducción, que yo no quiero ser parte de unan lista. Yo quiero ser la mujer especia de alguien. Por eso fue que decidí darle fin a ese círculo vicioso con D, la historia de nunca acabar.
En un intento desesperado de hacerlo reaccionar, más ilusa, le escribí un e-mail diciéndole que le deseaba lo mejor, que él no era para mí. En fin, intenté en pocas líneas decirle que lo amaba pero si el no estaba dispuesto a arriesgarse por mí que siguiera su camino. Y vaya que lo esta haciendo, no respondió no llamó ni nada desde diciembre del 2010. ¡Mejor así!
¿Ya lo olvidé? Lo correcto es decir ya me perdoné y lo perdoné. Estoy agradecida con D porque me enseño a ser clara con lo que quiero, me ayudo a revalorarme como mujer, pero sobre todo creo el concepto de la relación de pareja que no quiero.
Fue un gran amor, sin duda lo fue y lo será. Y viviré agradecida por haberlo tenido en mi vida.

viernes, 8 de julio de 2011

Siempre hay un nuevo día

Un nuevo día, segundo disco del talentoso Jencarlos Canela. Por fin lo tengo en Lima



Uno de mis rincones de pensamientos positivos. Jen no podía faltar.





Lima, 8 de julio de 2011

¿Una persona puede hacer la diferencia?.... Yo lo creo.

“Deseo para ustedes una vida de riqueza, salud y felicidad, una vida en la cual se dé el regalo de la paciencia, la virtud de la razón, el valor del conocimiento y la influencia de la fe en su propia capacidad de soñar con alcanzar recompensas dignas” Jim Rohn



Nada sucede por casualidad, sino por causalidad. Hoy más que nunca estoy convencida de ello. Hoy viaje en el micro estuve acompañada de Un nuevo día de Jencarlos Canela, es uno de los discos que más esperado, seguro porque este joven de 23 años me inspira con su vida de luchar por sus sueños con pasión pero sobre todo con una contagiante actitud positiva.



Esta ha sido una semana difícil personal y familiar, pero Dios sólo te aprieta, nunca te va a poner pruebas que excedan tus fuerzas. Eso lo he aprendido a lo largo de los años de mi vida en parroquia. Anoche en reunión de coordinación de Eje, el grupo parroquial que me dio las bases del trabajo en equipo, reflexionábamos sobre la importancia de dejar huellas y de la responsabilidad que tenemos como guías de formar las mentes de los adolescentes que viven el retiro pero sobre todo de aquellos que sienten el llamado de servir a Cristo, ese amigo que aprenden a sentirlo cerca a partir del retiro.



Para mí no es coincidencia que en estos 4 últimos años de búsqueda de mi misión en la Tierra, haya encontrado a Jencarlos, cuándo me preguntan cómo lo conocí siempre digo que fue el ángel que Dios envió para salvarme de ese agujero negro, en el cual me sumergí. Ya estaba en el camino de los pensamientos positivos son poderosos, había leído muchos libros de autoayuda, en Herbalife también me cambiaron el chip del cerebro de pensar siempre en negativo, siempre buscar ser parte de la solución y no del problema, se convirtió en mi lucha personal. Por eso cuándo conocí a Jencarlos, primero a través de la promoción de la novela de Más sabe el diablo, luego mi búsqueda de quién era este chico de ojos bellos, encontré en youtube la entrevista que le hicieron en levántate, su energía y madurez me sorprendieron pero sobre todo una de las respuestas que le dio a un chico que le preguntó: ¿Qué debía hacer para ser actor? Y como la conexión era vía satélite desde Nueva York, Jencarlos entendió que era una chica quién le hacía la pregunta. Le respondió: “Mi niña linda, tú tienes que seguir tocando puertas hasta que una se te abra, y se te abrieran miles. No dejes de creer en tu sueños”. Esas palabras me salvaron, Dios siempre lo he dicho se vale de ángeles para respondernos, y ese fue la respuesta que yo esperaba hace tiempo. Una respuesta que me devolvió la sonrisa y las ganas de seguir luchando por mis sueños. Me encantaría decir que todo se solucionó, pero como todo en la vida tiene su grado de dificultad que nos enseña, así han sido estos casi 2 años que sigo a este joven que motiva a sus fans a pensar positivo, a mirar siempre la vida con alegría, a luchar por sus sueños y que siempre tienen un gesto de agradecimiento para todos.



Siempre me ha gustado la historia de la estrella de mar. Se dice que un abuelo y un niño caminaban por una playa en la que la orilla estaba llena de estrellas de mar. El abuelo se acercó a ellas y tomó una y la lanzó al mar. El nieto le preguntó: Abuelito por qué lanzaste solo una, si hay muchas en la playa. El abuelo le dijo: “La estrella que lancé esa sobrevivirá. Una de ellas puede hacer la diferencia”. Y es cierto, una sola persona puede hacer la diferencia, Jencarlos es una de las muchas personas que he encontrado en estos 4 años, que busca hacer la diferencia con lo que ama hacer: La música y lo hermoso es que contagia a todos los que le rodean. Muy rara vez he visto y leído que un artista tenga tantos comentarios buenos sobre su personalidad, es como si todos lo conocieran. Y no me digan que es una apariencia, nada que ver, creo firmemente que Jencarlos Canela es así como lo vemos: Sencillo, agradecido y de pensamiento positivo. No es un pose.



Por eso me emociona saber que no somos muchos los que estamos cambiando nuestro pensamiento negativo a positivo, gracias al mensaje de la música de Jen. Que hermoso es saber que somos parte de una historia llena de positivismo, agradecimiento y unidad. Para mí lo más importante es apoyarlo porque así también nosotros cambiamos, crecemos y nos contagiamos de su pensamiento positivo. Porque juntos podemos lograr un mundo unido, en el cual las diferencias sean un motivo de aprendizaje y enriquecimiento espiritual.



Pueden llamarme soñadora, pueden decirnos que somos realistas pero como dice el libro que estoy leyendo: “¿Qué de terrible tiene ser optimista, después de todo? ¿Qué tiene de malo considerar algo bueno la vida a pesar de los obstáculos que se nos interpongan en el camino?¿Qué tiene de malo ver el sol en vez de ver las tinieblas y ruinas? ¿Qué tiene de malo ver lo bueno en todo? ¿Por qué habría de resistirse alguien a pensar así?... Yo no me resisto, y sé que todos llegaremos a pensar así, si dejamos de pensar en negativo. Dios nos envió para ser felices por qué tendría que contradecirlo.



V.C.Y
11:05 a.m.

jueves, 7 de julio de 2011

Piensa positivo



2:17 a.m.

“Ten fe que algo bueno pasará… Porque hoy es un buen día” es algunas de las frases de Un nuevo día del segundo cd de Jencarlos Canela, nada sucede por casualidad, anoche recogí el cd que Ketty trajo de Miami, es uno de los objetos que más esperado, es como dice Jencarlos una forma de conocernos un poco más. Y para mí fue una voz que me dice que no debo dejarme vencer, que estoy en el camino correcto, que es hora de tomar decisiones.
No han sido días buenos para mí, estoy teniendo pruebas difíciles, desafíos como yo los llamo. Y agradezco que estén en mi vida, porque me siento más fuerte y me muestran con quienes contar, mi familia, tan desvalorada, tan venida a menos en estos tiempos de inmediatez hasta para las relaciones interpersonales el tiempo juega en contra, haciendo frágiles sino la alimentas con detalles con hechos reales.
Todos pedimos señales, yo una señal de luz al final del túnel oscuro en el que me siento. Hoy me quiero liberar de ese túnel personal, escribiendo, escuchando el trabajo de un chico de 23 años, que me inspira, que me ayuda a pensar en positivo siempre. Agradezco por todas las personas que en estos meses me han acompañado, que han impedido que vuelva a tener pensamientos negativos, encabezando la lista esta Carla con sus consejos oportunos, con su tiempo para escucharme. Pili con sus llamadas y su preocupación. Meli, me hermana del alma, con quien he vuelto a sentir la misma conexión de adolescentes. Y a Dios, gracias por ellas, y a ti Dios por estar cerca, por no permitirme que me hunda, por ayudarme a sacar lo mejor de mí.
Hoy no podía dormir sino escribía esto: PENSEMOS POSITIVO, VEAMOS AL MUNDO HERMOSO PORQUE ES HERMOSO. Y SINOS LLAMAN SOÑADORES, ¡QUE MÁS DA!
En estos 3 años he leído tantos libros de autoayuda, de positivismo y hoy el libro que estoy leyendo con sugestivo título: Aunque tenga MIEDO hágalo igual… Miedo háblenme a mí de miedos, pero sino practicas nunca conseguirás pensar de manera diferente, zas en la cara y con total rudeza recibí una mano pesada en mi cara, esa soy yo, buena alumna pero floja para la tarea. Ja, caí en la cuenta que si no persevero, me convertiré en una planta que se mueve al capricho del viento. Y eso no quiero.
Una de las cosas en las que pensé, fue en este país maravilloso en donde me toco nacer, que amo más allá del presidente de turno, más allá de la política actual. Amo este país que me ha dado tanto y con el cual estoy en deuda. De niña me preguntaba: ¿Qué país quiero para mis hijos?, en esa época decía que no quería un país en guerra con Chile. Hoy sé que quiero un país para los hijos que aún no tengo, libre de prejuicios de toda clase, de oportunidades iguales para todos y ciudadanos conscientes y responsables de su rol de otorgar el poder, de encargar el poder a un representante. Hoy sé que tenemos tanto por hacer, que pelearnos por política es lo último que debería estar en nuestra lista.
Hoy me voy a dormir pensando que mi día dependerá exclusivamente de mí y de las decisiones que tome en las próximas horas.