domingo, 25 de diciembre de 2011

Una Navidad diferente

Hoy hace 6 años mi abuelito Moisés regresó a la fuente de todo. Todos están descansando en la casa de Mirtha, yo aprovecho para escribir. El sol no llego a salir en Miraflores, una neblina espesa no dejo que el sol se asomara, me gusta mucho esta tranquilidad, me ha dejado pensar en un par de cosas que estaban dando vueltas hace tiempo por mi cabeza. Al comienzo, no me terminaba de gustar mucho la idea de no pasarla en casa. Mi papá y mi tía querían pasarla fuera de casa porque les daba pena pasarla en casa por los recuerdos de mi abuelita. Ahora creo que fue lo mejor, mi tía descanso finalmente, durmió bien y hoy la he visto tranquila. Eso me hizo pensar es que soy pegada a las costumbres, que debo variar un poco, salir de la rutina, seguro que este 2012 me escapare un poco más de mí misma.
Una navidad que pensé que iba a ser más triste, sin embargo no lo ha sido, pienso que se dio a que cambie de forma de pensar respecto a la partida de mis abuelitos, nada de tristezas porque ellos están en un plano superior  en donde todo es luz y buena energía. Me gusta cerrar los ojos e imaginármelos caminando a los dos tranquilos por un campo verde, donde las flores tienen un color intenso, donde los seres se miran con amor y saben que son uno con todo. Eso me da paz y me hace sonreír.
Me gusta mucha la vista del departamento de Mirtha, ¡Qué rico escribir así mirando el mar! Es una bendición. Es una navidad diferente sin duda, Mirtha nos sorprendió con regalos para todos, algo que no esperaba, me alegró abrir el regalo, se nota que sabe que me gusta. Mi papi, mi mami, mi tía Olga estuvieron gratamente sorprendidos, pasamos una Noche Buena muy tranquila, no hubo champagne, ¡lo olvidamos! Jaja!! Brindamos con vino, comimos panetón brasileño, ¡buenazo! A mí se me cerraban los ojos porque la noche anterior nos desvelamos celebrando el cumple de papá.
Mi papá cumplió uno de sus sueños, pienso que mi mami también, mi tía y hasta Duke que anduvo por toda la casa sin restricción, feliz dando vueltas en la alfombra de la casa. Regresamos a casa papá y yo para traer algunas cosas de casa para pasar el día, mami preparó unos riquísimos tallarines con asado.

Ya el 25 está por terminar y me queda la paz de ir a visitar a mis abuelitos al cementerio con mi tía Olga y mi papá, la Noche Buena en familia, mi tía Olga tranquila mirando el mar y pidiéndome fotos para el recuerdo, mi mami cocinando feliz en pijama y mi papi feliz leyendo su periódico mirando al mar y Mirtha recostada sobre tía Olga engriéndose como cuando era niñita… Sé que mis abuelitos deben estar muy felices porque pasamos un día en familia.









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