Hoy primito lindo, que te vi a través de la web cam, tu rostro ya no es la del niño robacámaras, ni travieso. Hoy tu rostro es el de un joven serio y profesional, detrás del cual se esconde Leíto, el terrible. Me di cuenta por tus comentarios en el messenger: Ay parezco una loca!!, y me respondiste: Así somos todos en la familia. ja,ja!!! o cuando ante mi inutilidad para la tecnología, me adviertes: PONTE TUS LENTECITOS PORQUE YO VEO EL LINK EN LA CONVERSACIÓN, mi miopía tecnológica me impide adivinar que ese cuadro negro que se empecina en salir a cada rato y que yo cierro con cólera, ha bloqueado el ingreso de links en la conversación. Uy ya leía desbloquear, ya entiendo por eso no veía je,je. ¡Ay son una taba tecnológica!
Encontré esta foto de casuela. Cuando llegaba el verano, era una fiesta, en esas épocas no había tantas piscinas armables como ahora, así que era un lujo tener una. Nada más divertido que nadar en la piscina de mis primos Andrea y Leo. Sólo teníamos que salir de casa con nuestras toallas, cruzar el parque, doblar por el nido y llegar a casa tu casa. Tía Ceci siempre sonriente nos abría la reja negra. En el jardín la piscina celeste estaba lista para jugar.
Leíto le tenía miedo al agua, nosotras le echabamos agua a la cara y se ponía a llorar, rápidamente salía don Oscar y nos preguntaba que pasaba, pero siempre, Mirtha, Liz y yo nos haciamos las inocentes je,je!!! Andrea no entraba en el juego. Rodeados por la higuera, el manzano y las rosas, nos divertiamos buceando, inventando historias submarinas: yo soy la sirena, tú el cangrejo o yo la bruja. Siempre diversión. Liz, Andrea, Mirtha y yo nos hundiamos si escuchabamos voces de chicos que se acercaban, roche que nos vean en ropa de baño!!!!
Después de la piscina al columpio rojo, Leo parecía un mono trepado en el árbol de paltas ja,ja y desde arriba nos gritaba que no lo alcanzabamos. Mi primito siempre ha sido muy ocurrente.
Hoy que empieza el verano, extraño esos días en familia, entre primos, entre risas. Hoy que estan lejos cada uno con su familias, extraño la cercanía de esos años de infancia, que hoy sólo son posibles con conversaciones esporádicas por messenger, tecnología que aún no manejo y que hoy bendecí, porque te vi a través de esa cámara, me hiciste reir poniendote máscaras virtuales, seguramente algun programa nuevo de computadora que adquiriste, me doy cuenta que mi primito Leíto sigue siendo el travieso niñito de mirones, al que abuelito Moisés siempre reclamaba y decía: Ese don Leo va a ser un gran muchacho. Y no se equivoco, eres un gran muchacho, estoy segura que nuestro abue, debe estar celebrando una a una, tus ocurrencias.
Se me escapan unas lágrimas recordando la última vez que le leí un mensaje a nuestro abuelito tuyo, él se emocionó y me dijo: Ese don Leo, es un buen muchacho,va a ser grande. Y estoy segura que ya lo eres.