Siempre me han gustado las brujas, no sé porque tengo esa fascinación por las damas de la escoba, sin alución alguna a mis queridas amigas. Tengo dos o tres por allí colgando sobre mi cama, me gustan las buenitas y hoy quisiera ser una de ellas para preparar un brebaje de amor para enamorar a mi príncipe.
No sé si ustedes, alguna vez han alucinado tener poderes mágicos para espiar en la cabeza del chico o chica de tus sueños. A mí más de una vez me hubiera gustado ser como Samantha de Hechizada, mover mi nariz y tener lo que quiero, es más siempre he intentado mover la nariz de esa manera je. Pero la vida real no esta hecha de pócimas o libros de magia, la vida real esta hecha de propósitos, de suma de decisiones, hechos.
¿Pero no sería mágico regalarle a tu amado (a) una noche iluminada de estrellas o un atardecer con un sol naranja divisado por encima de las nubes?. A mí me encantaría tronar los dedos y que el hombre que vive en mi cabeza se vuelva de carne y hueso, que su sonrisa de niño me ilunine cada mañana, que sus ojos color miel me recuerden que el amor existe, que de sus labios rojos sólo nazcan palabras de amor. Que me pueda trepar sobre su espalda y caminar, así por la playa durante el verano, sintiendome protegida y especial. Porque sus ojos serán sólo para mí, sus pensamientos estarán sólo en nuestros proyectos: despertarnos juntos por el resto de nuestras vidas.
Pero, como debo ser realista, sólo esperare la noche para encontrarme en sueños con él. Quizás, muy pronto encuentre su reflejo muy cerca a mí.