siempre me ganaba el tiempo, y no me quejo porque fue una semana fructífera: un nuevo cliente, dos nuevos prospectos, 5 presentaciones y los números siguen creciendo. No hay nada que me motive más que sentir que estoy avanzando no sólo en el negocio sino en mi vida personal y profesional.
Por momentos he llegado a sentir que me he estancado, que no he crecido nada pero llegan noticias que no esperas y te das cuenta que la vida te esta recompenzando por todo ese esfuerzo extra que has dado, te empieza a recompenzar por todas esas noches de llanto en las cuales pensaba que mi vida era un fracaso. Hoy siento ganas renovadas de hacer todo lo que pueda y como sea para llegar al éxito. El cual sólo significa ser feliz con lo que hago, eso es ser exitosa. Ya no tengo más el concepto de la chica que viaja por el mundo con su lap top, haciendo negocios internacionales, escribiendo para el New York Times y que espera ganar el Pulitzer.
Hoy mi éxito significará encontrar el equilibrio entre lo que quiero y sé que puedo hacer. Retar a mis fuerzas para lograr ese sueño de independencia financiera, que hará que mi familia se sienta tranquila respecto al dinero, hacer posible los sueños de mi familia pero sobre todos los míos: Mi casa, que mis hijos no tengan que privarse de mí, tener tiempo para leer, viajar y disfrutar del sol todos los días pero no detrás de una ventana sino en la calle, en el parque o leyendo en un café a las 10 de la mañana.
Hoy me doy cuenta que soy una mujer exitosa, que no me debe dar miedo decirlo ni verguenza, amarse a uno mismo debe ser la primera lección del nido, se ahorra muchas frustaciones. Recuerdo una que me perseguía desde niña: no ser la linda del salón. Por años viví acomplejada pensando que no era lo suficientemente linda como para tener un chico al lado, viví con el complejo del patito feo por más de 20 años, hasta que finalmente entendí, hace un año, que la belleza es relativa, que es cierto que importa pero que no es fundamental para empezar una relación y cuando menos te lo esperas, como me ha pasado a mí la semana pasada, suena el teléfono de mi casa y dicen: Vanessa llamada para ti... ¿quién podrá ser a las 10 de la noche?, yo con ganas de dormir y al otro lado de la línea escucho la voz del chico que conocí hace dos semanas.
Hola... Hola te habla... (por el momento no diré su nombre) ¿y las fotos? le pregunto- Todavía no las he bajado. Conversamos por más de una hora, despues de años sentía esa emoción de estar conociendo a alguien. Y me repetía mentalemente ¿y a qué hora me dirá para salir?. La tan ansiada pregunta salió de la manera más inesperada: el sábado trabajas. No-respondo, ¿por qué? y mi estómago me dolía je,je. Pensaba que podíamos salir a pasear... Yee por fin me lo dijo. Claro me encantaría.
Así que durante toda la semana he estado recibiendo consejos de mi familia, como comportarme. Ja me da risa porque estan esforzandose muchísimo en que todo salga bien. Yo lo tomo con tranquilidad, es sólo una salida. Lo que pase despues será cuestión de química. No niego que me emociona, no sé que ponerme ni que decir. Mi mami que es sabia me dice: Sé tú misma, mi papá y Mirtha, replican: Justamente por eso, es que le estamos diciendo que no sea ella misma, lo va a espantar. No Hables demás.
Ja,ja la escena me parece graciosa, yo he decidido que seré yo misma, claro hablando un poquito menos de mí. Ya no me provoca hablar del pasado, sólo del futuro. Mi futuro es maravilloso y eso es gracias a que he vuelto a soñar. Nada me parará hasta llegar al último escalon de la escalera de HBL.
Hoy que tengo un día de M... ya que mañana debo estar todo el día en una reunión de comunicación de Telefónica, hoy tendré que chambear triple y eso me da gusto, soy más productiva cuando me presionan, ja,ja... Bueno amigos ya les contaré como me fue este sábado por la tarde. Sólo espero divertirme mucho.
Vane
8:33 am/30 años
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