Cuando no le gustas al chico de tus sueños, empiezas a cuestionarte si has nacido para amar, como si el amor fuera el culpable de que simplemente no le gustes. Y si llevas años soñando con que te sonria, la frustación es peor, más cuando sabes que a él le gusta alguien más. No sabes como será ella pero le colocas la más fea de las caras, las cualidades más mundanas y vacías. Te vuelves una bruja de la destrucción, odias el amor, lo maldices e intentas vivir sin él.
Pero cuando la frustación pasa, cuando maduras y entiendes que no puedes vivir aferrandote a alguien que sólo ha sido amable contigo, te reconcilias con la vida, con el amor, con la ilusión. Y sólo deseas fervientemente que el príncipe de la colina llega para ti.
He vivido atormentada por años por un amor platónico, bastante espacial y ahora más que nunca estelar. No he querido darle el lugar que merece: mi cuaderno de recuerdos. He vivido aferrada a ese sentimiento que quise tener, a los recuerdos, a los mails que sólo eran eso: comunicaciones, nada más. Las historias en mi cabeza ocupan otra vez su lugar, otra vez vuelve a ponerse en blanco, sueño con mi príncipe de la colina. Si se parece en algo a Terry,¡seré bendecida!.
No puedo evitar no sentirme triste, soy una enamoradiza por naturaleza pero a los 30, ya no puedo seguir viviendo de fantasías. Estoy segura que andará por allí ese príncipe al que despertaré con un beso, mi beso. Aún sigo pensando en esos ojos claros que conocí hace algunas semanas, pero no ha dado señales de interés. Imagino que debo colocar su nombre en mi lista de suspiros sin piso.... Pero si lees este post y te provoca llamarme, ¡hazlo, tus ojos me persiguen mientras duermo!
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