¿No sé si a ustedes les ha pasado? ¿estan esperando una respuesta de esa persona? Y nada no tiene cuando llegar.
Esa persona te alborota el corazón, te derrites como helado o como decían en mi barrio:"Te trae trapeando el piso". A los 7 años, me moría por mi vecino Diego, que tenía casi la misma edad que yo, pero como era muy tímida nunca me atreví a acercarme. Un día mi papá vino con la novedad que Mirtha y yo teníamos un hermano mayor, Y que se llamaba Diego. Con 7 años pensé que me había enamorado de mi hermano, que mi vecinito era ese Diego que mi papá mencionaba, mi cabecita no imaginó que en el mundo existían otros Diegos, distintos a aquel que me hacia sonrojar cada vez que nos cruzabamos en el parque.
Tres días estuve sin poder dormir, a mis 7 años, el tema era grave, no podía creer que me gustará mi hermano, no entendía porque entonces llamaba papá a otro señor, como podía vivir en otra casa o por qué nunca mi papá me dijo que mi hermano, así nunca me hubiera fijado en él. Felizmente al cuarto día papá llevo a casa a nuestro hermano, grande fue mi alivio cuando vi que no se parecía en nada a mi vecino. ¡Uff!- me dije- puedo seguir soñando con él.
Nunca paso nada con mi vecino, jugabamos a la comidita, de vez en cuando kiwie y lo máximo era sentarnos en la escalera de Maribel a conversar, ya teníamos 12 años y empece a verlo como un chico normal. No sé en que momento se convirtió en el chico más deseado del barrio ja,ja!! Nunca le dije nada, y años despues cuando estuve con un amigo suyo, me causaba gracia recordar aquellos días de angustia en los que pensaba, que era mi hermano.
Justamente con el amigo de Diego, paso la historia que quiero contar, se llama Fabián y fue mi primer enamorado a los 14 años. No sé exactamente por qué se fijo en mí, siempre pase desapercibida entre una hermana elocuente y una prima sexi, siempre me sentí el patito feo del barrio. Además, él en ese momento estaba con una chica mayor que él, recuerdo que una vez caminaba con mi papá, en la escalera estaba él y sobre sus piernas estaba la chica mayor, a penas nos vio saludo a mi papá con un hola Javier. No recuerdo bien que sentí en ese momento, pero por un par de días no podía quitarme la imagen de la cabeza: Ella sobre sus piernas, él abrazandola muy relajado, yo mirando la escena algo avergonzada.
Por eso cuando escuché que había terminado con ella por otro chica, me dio cierta alegría sin saber aún, que yo era la otra chica. Nos invitaron a mi hermana, mi prima y a mí a la fiesta de cumpleaños de Fabián, nunca imaginé que ese 24 de enero se me declararía. Era la segunda vez que alguien me pedía estar conmigo, la primera un chico del barrio también y curiosamente mientras bailabamos en otro cumpleaños del grupo. Por eso cuando Fabián me hizo la pregunta: ¿quieres estar conmigo? mientras sonaba: Tal vez de Jerry Rivera, mi corazón latía a mil por hora, y dije un sí tan bajito, que él tuvo que volver a preguntar. Luego me pidió permiso para besarme, le dije NO!!!, se sorprendió y me dijo: ¿ y un piquito?, NO le volví a decir.
Estaba aterrada, nunca en mi vida había besado a un chico, lo había visto en las novelas, pero no tenía idea de lo que tenía que hacer. Así que la fiesta termino sin beso y con la promesa que al día siguiente nos veriamos. Al día siguiente, ya como enamorada, me moría de verguenza de acercarme al muro donde usualmente se sentaban los chicos del barrio. Pero Fabián siempre fue muy dulce conmigo, se acerco hasta donde yo estaba, me dio un beso en la mejilla y me tomo de la mano y caminamos juntos por primera vez así. Sentir su mano estrechando la mía, ha sido quizás el mejor recuerdo que tengo de ese primer amor, durante los 8 meses que fuimos enamorados, siempre me sentí protegida por este chico, a quienes todas querían y por el cual me gané el odio de la rucas del barrio je,je (en ese tiempo se les llamaba así a las movidas).
Mi mejor amiga Erika, mi primas Andre y Liz, y hasta mi hermana Mirtha se hicieron cómplices de nuestros encuentros porque mi abuelita y tía nos tenían prohibido juntarnos con chicos. Ellas idearon todo un plan para que el primer beso se diera. Recuerdo que el primer intento se dio camino a comprar pan, a mí me daba roche que me vieran, así que caminamos hasta un parque lejos de mi casa, mis amigas se quedaron cerca, sólo para chequear que no pasara nadie. Finalmente, estabamos él y yo cerca, ya te puedo besar nadie nos ve, mi corazón latía a mil por hora, mientras veía que sus labios se acercaban a los míos, cuando casi estaban cerca, me aparte y le dije: NO PUEDO, su cara de sorprendido y resignado no la olvidaré, perdón pero no sé besar, por fin salio la verdad. Él en vez de reirse, me dijo: no importa, yo te voy a enseñar, no tenemos que hacerlo ahora, y luego me dio un consejo: practica con tu brazo!!. Ah!! - le dije- y empezo a reirse, y me abrazó. "No te preocupes Vanessa puedo esperarte"
No les voy a mentir, me tomé en serio eso de practicar, así que mi almohada pago pato je,je. Pasaron como 15 días, en ese tiempo mi grupo de amigas me explicaron amablemente como era un beso, su explicación me dejo asqueada, mi educación en colegio de monjas, no me dejaba entender que es natural que pase "algo de escencia" de tu pareja al juntar los labios. Mi mejor amiga, había planeado que su casa sería el lugar de mi primer beso, como estaba de moda la salsa de Jerry Rivera, quedamos en practicar como bailar, ella baila súper bien y nos enseñaría. En teoria sólo chicas, cuando sonéo el timbre y entro Fabian, casi me da infarto. Erika, me dijo: ya Vane tú practica con Fabián. La practica de baile, sólo fue una excusa para que yo no pudiera huir, mientras bailabamos, me preguntó: ¿ahora si te puedo besar? tenerlo cerca me ponía nerviosa, yo también quería besarlo, imaginaba que tendría mejor sabor que mi almohada, con el corazón a punto de estallarme, le dije: Sí. Mientras acercaba su rostro al mío, sólo cerré los ojos y me deje llevar. Fue dulce, cuando terminamos de darnos ese primer beso, él me dijo: Por fin pude besarte, valio la pena la espera.
Mis chismosas amigas, me dijeron luego que puse cara de asco, la verdad es que ese primer beso me marco, disfrute tanto el momento, que sólo pensaba cuando volvería a pasar. Esa tarde me sentí como una princesa de cuento, despertada por su príncipe azul. Los besos se sucedieron uno tras otro en los días siguientes. En los quince de Erika nos besamos durante toda la canción November Rain, que duraba como 9 minutos y eso me valió una amonestación de mi tutora el día lunes: " Un señorita no se anda besando con un chico tanto tiempo frente a la gente", la verdad me importo poco, por un beso así podían ponerme 0 en conducta y no me quitarían la sonrisa. Además, si mis papás sabían que tenía enamorado y ellos estaban en la fiesta, no me dijeron nada porque tendría que hacerle caso a una profesora.
Hoy que han pasado casi 15 años de ese primer beso, lo recuerdo con nostalgia y hasta con alegría porque cuando estas próxima a los 30, todo ya no es tan dulce y simple, cuando te enamoras despues de los 25 intentas ser racional, porque si te crees que eres aun una adolescente en donde el amor es sólo mariposas en el estómago, puede ser que estes camino a fracasar amorosamente. Porque esas "maripositas estomacales" no te dejarán ver realmente de quién te estas enamorando.
Para mí el amor es ahora un sentimiento mitad racional, mitad corazón porque no hay nada más maravilloso que dar amor y recibir en la misma medida. Sueño que cuando me enamore nuevamente le daré a mi pareja algo de ese inocente amor adolescente mezclado con una cuota de racionalidad, que nos lleve a construir juntos un futuro, uno al lado del otro.
26-08-07
10:02pm
