Hoy es mi último día con 29 años, y nunca pensé que lo pasaría tan mal: una discusión por la mañana con mis papas, media hora de lágrimas, dolor de cabeza terrible producto de tanto llanto y encima tener que ir a la oficina en mis vacaciones.
Son las 3:39 pm, pienso en los planes que tenía para estos días, todos se han ido al tacho. Intentó desesperadamente recuperar mi alegría por la fecha y nada la cara larga no se me quita. Intento sonreir y me liga solo por momentos. No tengo ganas de nada y me fastidia todo. No quiero estar aquí.
Pensaba escribir en mi blog durante el miércoles y jueves, preparar mi material para el retiro del viernes, sí me voy de retiro el día de mi cumpleaños!!! Este será mi último año como catequista, lo juro, ¡es verdad! Se lo digo a todos en casa, y ya nadie me cree. Pero nadie se acuerda que estuve un año fuera de la parroquia, solo asistiendo a misa y la verdad la pase muy mal. Pero hoy con tantas actividades en mi vida no puedo darle el tiempo que me sobra a Dios, sino el que me falta, buscaré otra forma de servicio, ya Karla me dijo que cuando sea GET puedo trabajar en los albergues de Herbalife, así lo haré, me esforzaré por servir.
Hoy, disculpen el desanimo pero no tengo la chispa de estos meses, intento recuperar el optimismo que he ganado en mis 6 meses de Herbalife. Hoy quiero escribir mis últimas reflexiones sobre mi último día con base dos, mi último día con la tristeza y la desazón de sentir que mi familia siempre me verá como una chiquilla.
Hoy será el último día en que pensaré que no puedo cambiar, hoy será el último día en que lloraré porque me siento incomprendida, a partir de hoy sólo pensaré en que no quiero que mi estado de ánimo dependa del humor de los otros, me esforzaré por ser la persona que veo en la superficie de mi lago, contemplaré mi rosa buscando esos minutos para mí, ese tiempo que dicen todos que no me doy.
Hoy será mi último día con la cara larga y la sonrisa esquiva. Prometo que mi primer post con 30 años estará lleno de energía y entusiasmo.
Son las 3:39 pm, pienso en los planes que tenía para estos días, todos se han ido al tacho. Intentó desesperadamente recuperar mi alegría por la fecha y nada la cara larga no se me quita. Intento sonreir y me liga solo por momentos. No tengo ganas de nada y me fastidia todo. No quiero estar aquí.
Pensaba escribir en mi blog durante el miércoles y jueves, preparar mi material para el retiro del viernes, sí me voy de retiro el día de mi cumpleaños!!! Este será mi último año como catequista, lo juro, ¡es verdad! Se lo digo a todos en casa, y ya nadie me cree. Pero nadie se acuerda que estuve un año fuera de la parroquia, solo asistiendo a misa y la verdad la pase muy mal. Pero hoy con tantas actividades en mi vida no puedo darle el tiempo que me sobra a Dios, sino el que me falta, buscaré otra forma de servicio, ya Karla me dijo que cuando sea GET puedo trabajar en los albergues de Herbalife, así lo haré, me esforzaré por servir.
Hoy, disculpen el desanimo pero no tengo la chispa de estos meses, intento recuperar el optimismo que he ganado en mis 6 meses de Herbalife. Hoy quiero escribir mis últimas reflexiones sobre mi último día con base dos, mi último día con la tristeza y la desazón de sentir que mi familia siempre me verá como una chiquilla.
Hoy será el último día en que pensaré que no puedo cambiar, hoy será el último día en que lloraré porque me siento incomprendida, a partir de hoy sólo pensaré en que no quiero que mi estado de ánimo dependa del humor de los otros, me esforzaré por ser la persona que veo en la superficie de mi lago, contemplaré mi rosa buscando esos minutos para mí, ese tiempo que dicen todos que no me doy.
Hoy será mi último día con la cara larga y la sonrisa esquiva. Prometo que mi primer post con 30 años estará lleno de energía y entusiasmo.
