Sí alguna vez, muchas veces he pensado en mudarme. Si hasta ahora no lo he hecho es porque siento que sería huir. Tampoco quiero irme de mala forma de mi casa. Sería fácil mudarme dejando atrás los problemas personales que tengo con algunos miembros de mi familia. Pero he decido que los enfrentaré con mucha voluntad y un poquito de amor. Quiero empezar a dejar de ser tan quejona y renegona en casa, si siempre estoy repitiendo que todo en la vida es una cuestión de decisión, ¿por qué mi relación en casa debe escapar a esta premisa?
Es un buen reto llevarme bien con todos en casa, o al menos intentar que respeten mi punto de vista sin alterarme y sin alterarlos, titánica tarea me espera, quiero ver que tan valiente soy para aceptarlo. Alguna vez escuché que que amar duele y que siempre hacemos más daño a los que amamos más, tal vez este sea mi caso: Amo tanto a mi familia, que quiero que todo sea perfecto y la realidad no es así. Nada es completamente negro ni blanco, existen tonalidades. No sé cuál sea la tonalidad de mi familia, pero pienso que va de rojo a violeta (un tanto rojo cuando estallamos, un poquito violeta por las marcas que dejamos en las otras presonas despues de una pelea).
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