Hay mañanas como estas, en que me provoca quedarme en la cama, dormir hasta tarde aunque no tenga sueño, sólo por el placer de no hacer nada. Pero nunca he podido, incluso cuando duermo estoy pensando en que haré cuando despierte. ¡Es patético! porque no puedo desligarme del trabajo ni cuando duermo. Hay muchas cosas que van y vienen en mi cabeza: ese mail respondido tan normal, esa mirada que me perturba hace unos días, el volumen personal, las ventas, las presentaciones, mis amigos, mi familia, y siempre termino en el amor. Eso es lo que le falta a mi vida: ese trajín rico del amor, ese correr para verlo robandole el tiempo a tu agenda que anda llena de objetivos, ese perderme entre los brazos de la persona que amo y olvidarme por unas horas que tengo vida, que mi vida por unas horas llevan su nombre y largarme por unas horas de la realidad. ¡Extraño eso!
Y me he preguntado mil veces si quizás, lo que realmente necesito es ir a un psicólogo que escudrine en mi cerebro, en mi corazón, no puede ser que yo una chica que dicen todos: atractiva, inteligente, divertida ande sola. EL PROBLEMA SIN DUDA SOY YO, Aquí cabe bien esa frase popular: ¡No eres tú, soy yo! Al parecer soy yo, y mi complejo de patito feo, soy yo con mis miedos a sentirme diferente, soy yo y mi torpeza para seducir a un chico que me llama la atención, soy yo cuando no sé que decir o que no decir cuando estoy frente a ti, soy yo cuando cruzo la calle y sólo pienso en esos ojos que desde el viernes no me dejan dormir, soy yo cuando me pongo de cabeza al pensar en ti, soy yo cuando digo tu nombre y no me la creo, soy yo cuando me quedo dormida y no hago más que soñarte y me quedo en mis sueños y no te digo nada. Y definitivamente soy yo la culpable, cuando escribo estas líneas para ti sin que tú lo sepas.
Aún no sé que decirte o que no decirte, aún me debato entre escribirte o dejar de hacerlo, y mientras encuentro una respuesta para todos estos sentimientos confusos, sólo me queda trabajar y pensar menos en ti, o quizás tú leas por casualidad este post y si es posible desear algo con tanta fuerza que eso se consiga, PUES AQUÍ ME TIENES DESEANDO QUE ME ESCRIBAS, QUE PASE, QUE TE VEA, QUE ME TOME UN CAFÉ CONTIGO. Y si eso no pasa, será exclusivamente culpa mía porque no me atreví a pedirtelo de frente. Es que soy una carmelita prisionera, como bien dice mi querida amiga Giuliana.... ¿Oye chico no quieres liberarme?
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