Caida en La Marina

Cerca de las nueve de la noche, estaba parada en la esquina de Rivagüero con la Marina, detrás de mí el grifo Primax, cuatro personas esperábamos el cambio de luz. Cambio la luz: roja, permiso para pase peatonal. Cruzo, y de pronto me veo tendida en el suelo, miro hacia la izquierda y veo como los carros que hasta hace sólo unos segundos estaban detenidos en el cruce al lado del Chilis de la marina, empiezan a avanzar, no hay tiempo para pensar, me levantó torpemente y siento una mano que me ayuda a levantar, vislumbro un rostro pero no sé exactamente si es joven o mayor, veo que coloca una de sus manos como deteniendo a los carros que ya estaban cerca, algo aturdida le agradezco: Gracias, apenas y lo miro, sólo sé que debo avanzar rápido. Acomodo rápidamente mi cartera sobre mi hombro izquierdo, que había quedado en la intersección de mi brazo y el antebrazo, miro rápidamente cojo mi lonchera, no esta cerca mi maletín, al fin lo veo y lo cojo. Camino rápidamente, me duele todo, tengo ganas de llorar. Siento que todos me miran, le agradezco a Dios porque salí ilesa. Mi imagen atropellada surgió en mi mente. Cuando salgo de casa a veces pienso que si la combi choca o me atropellan lo primero que debo decir es mi nombre y que el teléfono de mi casa esta en mi celular y dice casa, mi mayor miedo es morir anónima.

Es increíble como el miedo te altera todo, no he estado cerca de la muerte pero el susto de ver a los carros acercarse, me hizo pensar que uno nunca esta libre de nada. No sé como tropecé, seguramente uno de los tantos huecos que hay en las pistas fue el causante, al menos eso deduzco por el dolor que siento en mis dedos del pie izquierdo. No sé como me caí, sólo recuerdo que al abrir mis ojos, estaba tirada en medio de la pista, asustada, y que me levanté como pude. Agradezco a esa chico o señor anónimo que se detuvo para ayudarme, que tuvo la bondad de pararse a ayudarme, no tengo duda que seguramente sea un ángel que Dios me envió. Gracias desde aquí.

V.C.Y
30 años10:06 a.m.