martes, 7 de octubre de 2008

Tonta, tonta, tonta


Así me siento cuando caigo en la cuenta, una y otra vez, que yo no te intereso. Me siento tonta porque me sigo fijando en ti, sigo pendiente de tu vida como si fuera una espía. Es como si no quisiera sacarte de mi cabeza, tu nombre ronda mi corazón y escribo líneas que nunca recibirás. No sé porque me martirizo con este sentimiento. Me gustas y no puedo decirtelo, ya sé que me dirás o intuyo lo que dirás, para que exponerme, mejor me quedo callada intentado olvidarte, intentado eliminarte de mi cabeza. ¡Maldición! ¿Por qué me gustas tanto?
Eres un vicio, aunque algunos piensen que eres una obsesión, yo no creo que lo seas porque sino ya hubiera conseguido algo contigo.

Espero borrarte de mis pensamientos. No creo que dures mucho en mi cabeza, no tengo esperanzas contigo y como no quiero agregar más cosas en mi lista de ya no soporto más. Me quedaré con este sentimiento escondido en un cajoncito de mi corazón y suspiraré por ti tontamente, abrigando la esperanza como si mi vida fuera una cuento de hadas, que tú me elijás como princesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces los sentimientos se pueden convertir en cáncer, pero deja que vuelen esos sentimientos que tanto tienes atorados, suéltalos y déjate ya de berrinchitos, dile lo mucho que lo quieres OK Buen post.