Casi termina el día, me quedan unas palabras en la cabeza del mail de Liz: Piensa en ese hombre como si ya estuviera en tu vida. Al terminar el día, pienso en ese hombre que sueño tener a mi lado: seguro de sí mismo, soñador, luchador, seductor, que ame caminar, que sea capaz de salirse de la rutina por mí. Pero sobre todo que sepa que quiere en la vida, que yo pueda ser compañera de sus proyectos y él en los míos.
Hoy me voy acostar pensando en ti: mi principe azul, de ojos claros como el sol y mirada de niño. Hoy me voy a dormir con el deseo ferviente que a los 31, nos encontremos en estos caminos de la vida.
1 comentario:
Solo la belleza es irracional y emana dentro de los seres humanos, solo reflexiona y déjate llevar por esas mariposas del estomago. Buen post.
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