Disculpa que te escriba con tanta tristeza pero he dejado de buscarte. Me cansé de imaginarte, algunas amigos dicen que el amor no existe, otros que no se busca y otros que simplemente llega. Yo que he pasado los últimos 12 años de mi vida esperandote, ya me cansé. Hay noches como esta en la que me desangro pensando en el por qué no te encuentro. Y ya no tiene sentido seguir haciendolo.
He amado con locura a hombres de carne y hueso, a otros imaginarios, otros han sido platónicos. Pero en ninguno de ellos encontré a mi pequeño Principito. Todos ellos han carecido de esa inocencia y desprendimiento que mi personaje preferido tiene. Ninguno de ellos ha amado como mi Principito a su Rosa. En cada mirada buscaba los ojos azules del pequeño Principito, azules como el mar, profundos como el sentimiento mágico por su Rosa. En vano he intentado colocar caraterísticas buscadas en hombres de papel, de imaginación. Sólo he logrado crear una imagen mía de desesperada por el amor. Lo que mis amigos no entienden es que busco a un hombre a quien pueda acompañar, y que sea mi compañero, que sea capaz de amarme con mis defectos, con mis excentricidades, que sea capaz de amar este corazón de niña del cual algunas de mis amigas se burlan: ¡Ay Vanessa pisa tierra!, eres demasiado soñadora, los hombres así no existen, me dicen. Yo creo que sí, que sí existen, que hay uno para mí. Y hay una princesa en mí que espera a su principito, que espera ser rescatada al final del juego, una princesa que sueña todas las noches con su principito.
Hay noches en las que me siento más sola, como hoy que tengo sueño y me gustaría quedarme dormida en los brazos de un hombre que me seque las lágrimas, que me acaricie el cabello y me repita una y otra vez que no pasa nada, que todo estará bien. Que es bueno que salgan esas lágrimas, que liberan el alma y que cuando terminan de salir, te convierten en una mujer más fuerte.
Hay noches como estas en que solo quiero llorar porque quiero tener un compañero, pero ya perdí la esperanza. También dicen que soy demasiado exigente, que a este paso me voy a quedar solterona. Yo no sé si quiera casarme aún, yo solo quiero tener un compañero que tenga algo de niño para jugar conmigo a la ronda, de hombre para cuando me sienta la mujer más fea del mundo, de amante cuando crea que ya no me ama, de soñador para querer irse a la luna conmigo un lunes por la noche. Y un hombre que sepa orar junto a mí aunque no crea en Dios pero que respete mi fe.
Yo solo quiero ser la compañera de un Principito, la rosa que él cuida. Pero no quiero quedarme en un planeta distante. Quiero huir junto a mi Principito.
Y esta noche declaro que ya no te buscaré más, me cansé. He decidido darme por vencida, ya no quiero buscarte. Quizás no nací para amar.
Principito si lees esta carta, ven a buscarme y dime que estoy equivocada, que tú me amas. Que estas frente a mí para demostrarme que valio la pena, la espera.
En una noche estrellada en Cusco imagine que te veía caminando hacia mí. Pero solo fue el espejismo de las luces de las estrellas. Ya no creo que llegues, ya no creo que existas.
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