martes, 28 de agosto de 2007

Hermanitos


Siempre ha sido un sueño para mí llevarme bien con mis hermanos, confieso que soy una antipática hermana mayor para ellos. Siempre son contrera aunque, sé que ellos estan en lo correcto me molesta estar equivocada.
Hace dos semanas tuve un pelea tonta con mi Mirtha, lo único que conseguí fui un remordimiento terrible por no haberme mordido la lengua, por decir cosas que nunca he sentido. Pero eso valio para que entrará en un periodo de reflexión personal de todo lo que según yo es correcto. Finalmente el viernes pasado decidí hablar con ella, la conversación fue dura al comienzo pero luego se arreglaron las cosas y me quede con una pregunta de tarea: ¿Quién soy yo realmente?
Mi hermana me planteó que siempre intento complacer a todos y que no siempre es lo que realmente quiero, que en ese afán he perdido la brújula de lo que quiero. Me he quedado pensando desde aquella conversación en esa pregunta: ¿será que realmente no sé quien soy?. Creí que mi búsqueda había culminado pero ahora próxima a mi cumple número 30, sé que estoy a tiempo de reemplantear mi vida, de darle un giro interesante que me satisfaga, que cuando me vea al espejo me siento orgullosa de lo que he conseguido.
Considero que soy una persona exitosa: Tengo una familia que me ama a pesar de mis múltiples defectos, unos amigos maravillosos que estan siempre cerca, un trabajo que disfruto, un negocio propio que empieza a dar sus frutos y Fe en Dios que siempre me ha ayudado a levantarme más fuerte de mis caidas. La única que no quiere ver eso, soy yo!! Y eso es triste pero si tomo acción ahora podré componer mi vida, esa vida llena de inseguridades y desterrar por fin al patito feo que siempre ha vivido en mí.
Una buena relación con mis hermanos, es aún una tarea pendiente. Cada vez que Javier me abraza o me hace un cariño algo tosco, sé que él también pone su granito de arena para llevarnos bien. Mirtha es una mujer complicada, quizás la envidio porque hace lo que le da la gana y siempre ha sido muy independiente, yo en cambio siempre he sido la pegada a casa, a la familia y muchas veces he sacrificado lo que me gusta por darle gusto a ellos. Ahora intento cambiar la situación, pero para mi tía y mi abuelita, será muy complicado verme menos tiempo en casa.
Creo que mi tarea será aceptar que no puedo complacer a todos, que debo hacer las cosas poco a poco y no todo al mismo tiempo. Y sobre todo, acercarme a mis hermanos sin imponer mis ideas, puedo conversar con mis amigos y conocidos pero con mis hermanos la conversación alturada es mucho más complicada, quizás porque me siento en la responsabilidad de aconsejarlos, ¡Como si yo tuviera más experiencia! y eso es un absurdo, ambos me llevan años luz de experiencia de calle.
Espero que algo pueda enseñarles en los años que me quedan de convivencia con ellos.
28-08-07
05:10 pm