domingo, 17 de enero de 2010

Atrapada en la melancolía


03:37 de la mañana. Llegue hace más de media hora a casa, no tengo sueño. Sólo me embarga un profundo sentimiento de melancolía. Otra vez volvió ese sentimiento de vacío, aunque hoy sé que incluso en el vacío, existen elementos. Yo esta noche extrañe tener un novio, no sé si las fiestas sean más divertidas si tienes novio, no lo sé. Los novios que tuve eran poco de bailar y me acostumbre a bailar a su ritmo. Hoy bailar es una de los placeres más grandes que tengo, después de escribir.
Esta madrugada, pienso en mi alma gemela. Me pregunto: ¿Cuándo llegará? ¿Dónde respirará? ¿Estará encarnada? O ¿Quizás nos encontraremos en otra vida?. Me parecía telenovelesco pensar en mi alma gemela. Hoy sé, que esa alma gemela existe. Se dice que nos crean uno y luego nos dividen en dos. Tu alma gemela puede encarnar al mismo tiempo que tú o quizás después. El hecho es que mi alma gemela debe estar en algún lugar. Quisiera tener una señal que me diga quién es. En mi corta vida amorosa, he- Digamos- aprendido con los chicos con los que he estado, que el amor no necesariamente es color rosa. Que eliges y que en esa elección te juegas un riesgo: Amar o no ser amado.
¿Dónde estará mi alma gemela? Ese ser maravilloso, que se convertirá en compañero de camino, en cómplice y soñador. Sólo me queda esperar con paciencia y buen humor, que las señales se presenten o que las vea. Porque seguramente he perdido oportunidades por no estar atenta.
Ahora sólo quiero dejarme sorprender por el Universo, dejarlo trabajar para que mi alma gemela y yo podamos ver las señales.

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