viernes, 9 de abril de 2010

Lección cusqueña





El reloj marca 1:04 a.m. Es viernes 9 de abril. ¡No me quiero ir de Cusco! Estoy cansada pero es como si me resistiera a dormir porque quiero prolongar el día. Cusco siempre es una ciudad que me enseña. El viaje por trabajo se convirtió una vez más, en un trabajo personal, sin querer he descubierto o avivado sentimientos profundos al conocer a los periodistas que invitó Telefónica a la intervención de Qoqo Llika.
Ha sido quizás el viaje más agitado que he tenido desde la convocatoria a medios hasta el cierre de pasajes, alojamiento y viáticos. Le tengo pánico a las cuentas, y esta vez todo fluyo con naturalidad. He sentido que este viaje ha sido muy relajado, a pesar de la gran intensidad del trabajo, dos días he estado de ida y vuelta del aeropuerto recogiendo a los equipos periodísticos invitados. Me he llevado una maravillosa impresión y conocimiento de cada uno de ellos. He aprendido de ellos, de su profesionalismo y de su pasión por su trabajo. Agradezco haber realizado este viaje con ellos.
El recorrido por ciudad de Cusco a través de otra mirada, hizo que encontrará las respuestas a muchas interrogantes, que me enfrentará a uno de mis mayores miedos, que encontrará la fortaleza pero sobre todo que me probará a mí misma que hago las cosas bien. Es cierto que tengo noches en las cuales quisiera ser libre, no marcar tarjeta, trabajar desde casa. Sin embargo, los viajes a provincias por trabajo me devuelven la pasión por mi chamba, el compromiso por la marca y el entusiasmo por seguir creciendo.
Una gran lección tuve el miércoles pasado, gran lección y ahora que veo esa experiencia en su momento desagradable, ahora que recuerdo el hecho, lo agradezco porque me permitió aprender, tener otra visión del trabajo de prensa con artistas con egos grandes. Y ahora que lo pienso, me tocaba ja,ja ahora me rió pero vaya que me dolió el miércoles. En fin, aprendí que en este negocio caras vemos, corazones no sabemos. Esta frase cae a pelo con lo que me paso. Lección aprendida y ahora para adelante.
Creo firmemente que las cosas suceden por causalidad, y no por casualidad. Y la vida se ha encargado que yo entienda eso en todo el sentido de la expresión. Anoche durante la cena, la conversación entre mis dos compañeras de viaje, hizo que reavivará mi deseo de vivir sola. Por ahora el presupuesto no alcanza. Y sin miedo al escucharlas, les comenté que me encanta la idea de vivir sola, pero que mi mayor sueño y confió en que sea en dos años, es regalarle a mi mami su casa. Luego de eso pensaré en mi casa. Les pareció linda mi idea, a mí también me parece linda y tengo que hacer que eso no se quede en “linda”. Este año para mí es decisivo en muchos aspectos, todavía tengo muchos desafíos que cumplir a nivel VANESSA (he decidido llamar así a todo lo que me proponga este año) tengo muchos sueños, pero es hora de priorizar y trabajar con los sueños más locos, eso que cuando los cuento me miran como si quisieran meterme en un hospital psiquiátrico…. Esos serán los primeros en trabajar je,je!!!

Gracias Cusco por tus calles estrechas, por el aire puro que ingreso estos 4 días, por mis caminatas nocturnas, por tu magia que ha renovado la mía, por tu lluvia y granizo que me recordó mi viaje de promo allá por 1994. Curiosamente estoy alojada en el mismo hotel de mi viaje de promo, claro sin estudiantes del San Julián, sin noches entre amigas de cole y sin mamás castradoras que no nos dejaban salir con los chicos. Esta madrugada estoy sola en el 201, frente a la compu, llegando a las 2 am con ganas de cerrar los ojos, y también sin ganas de hacerlo. Porque sé que más tarde, tomaré un vuelo a Lima, tu cielo azul y casitas en el cerro iluminadas como nacimiento, me quedarán en las pupilas, de las cuales no las podré extraer.
Vivir sola, convivir, tomar más en serio el Reiki y regalarle a mi mami la casa de sus sueños, son ideas, metas que han quedado en mi libretita de sueños para cumplir, sí o sí.

V.C.Y
02:01 a.m.
32 años

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