lunes, 1 de noviembre de 2010

Reflexiones de octubre


Hoy es de primero de noviembre. Octubre me dejo muchas reflexiones sobre la vida, la primera de ellas cuánto impacto tiene el cuidado de la salud en un ser humano. Mi tío Daniel aún se encuentra delicado y mamá lo está cuidando. La extraño mucho y aunque sé que ahora su misión es estar con su hermano menor, la extraño. Estar frente a esta situación de salud delicada puso a prueba todos los aprendizajes metafísicos que he aprendido en estos dos últimos años. Mantener la fe en Dios en momentos en qué crees que no te escucha, ha sido la prueba más grande de Dios hacia mí, no creo haberla pasado satisfactoriamente. Eso me lleva a revisar mis aprendizajes y retomar mis lecciones con disciplina.

Cuando el ser humano se enfrenta a la muerte, el miedo es natural. No debería serlo porque la muerte es solo una puerta para regresar a la fuente, que es Dios. Mi abuelito Moisés decía que el único camino seguro es la vida y la muerte porque todos caminamos hacia ella. No sabemos cuándo nos tocará partir, pero sabemos que nuestra vida terrenal tiene una fecha de expiración. Antes le tenía miedo a la muerte, hoy no. Sé que ese día llegará pero no me asusta porque sé que será el momento más feliz, volveré al Padre. Lo que si debo hacer y preocuparme en hacer es en vivir cada día intensamente, sirviendo a mis hermanos. Finalmente sé cómo hacerlo y este mes inicio los proyectos postergados. Me entusiasma iniciarlos.

Los seres humanos buscamos siempre algo. Yo buscaba algo y finalmente lo he encontrado. El camino espiritual. Hoy sé como recorrerlo, agradezco a los maestros que he tenido en mi vida a lo largo de este camino de búsqueda. Encontrarlo me ha permitido establecer por primera vez en mi vida el objetivo más importante de mi vida. Y todo llego con una película: Comer, Rezar, Amar. Es increíble como Dios siempre se ha encargado de darme las respuestas no cuando yo quiero, sino cuando él sabe que estoy preparada para entenderlas. Describir la película, quizás sería malograrles la experiencia o frases que ustedes pueden sacar de ella, los animo a verla. Y si no pueden compren el libro de Elizabeth Gilbert, en su libro Comer, rezar, amar se basa la película. En mi facebook comentaron que el libro es mucho mejor, no se equivocaba mi amiga, es 100 veces mejor, cada frase, cada vivencia es seguida por una imagen, un recuerdo de mi propia vida como si Elizabeth fuera yo. Ya estoy ansiosa de comprar la secuela de éste: Comprometida. La lectura es deliciosa y no solo paro cuando mis ojos ya no logran mantenerse despiertos.
Ver y leer Comer, rezar, amar me ha dado esa puntada que necesitaba para terminar el bordado, cerró el círculo, me ayudo a tomar la decisión. Todos los seres humanos viven buscando algo, algunos a Dios, otros el amor, otros el dinero, otros un hombre millonario que les solucioné la vida. Todas son razones válidas y poderosas si al final te llevan a ser feliz.

Yo desde niña buscaba a Dios, no me agradaba de adolescente que me llamaran monja. Encontraba difícil hasta los 30 disfrutar de la vida y sus placeres y servir a Dios. Por eso me retire de la confirmación, no podía ser catequista pensando que tener relaciones antes del matrimonio no es malo, siempre y cuando las lleves con responsabilidad. Me sentí hipócrita cuando tocaba el tema de sexualidad en la catequesis. Uno debe vivir su sexualidad con responsabilidad, eso sí no a los 13 años, solo cuando se alcanza la madurez mental necesaria, tener relaciones con alguien implica no solo algo físico sino espiritual. Si el hombre o la mujer que eliges para iniciarte sexualmente no está en la misma frecuencia que tú puedes salir lastimado o lastimada. Eso me paso a mí y lo agradezco porque me enseño muy bien la lección.

Dios existe y su búsqueda es personal, nadie puede cuestionar como hacerla. Algunos lo buscan en un guru, otros en la naturaleza pero ahora sé que todos los caminos conducen a Dios. No importa el nombre que le des, lo importante es que actitud tienes tú frente a tu hermano, frente a tu señoras mayores rezando fervientemente en el templo y luego al salir las veo en el mercado choleando con desprecio a la verdulera que le dice: Caserita así de caro esta, me indigno y repito: ¿Dios dónde se le fue devoción?

Uno tiene que ser consecuente con lo que aprende, a mí me está costando muy duro no criticar porque soy una criticona por naturaleza. Corrijo, soy una persona que solo ve luz en los demás. Yo no lo hago por complacer a nadie, solo a mí. Yo no busco convertir a nadie, solo a mí. Dios dice Ama a tu prójimo como a ti mismo, nunca tan fuerte, nunca tan cierto este pedido divino. Por eso me estoy esforzando en amarme, porque solo el que se ama a si mismo puede amar al otro.

Deseo de corazón que todo en su vida sea solo luz, que las situaciones difíciles que se les pueda presentar encuentren en ustedes la fortaleza para superarlas y aprender, crecer y lograr todo lo que su corazón desea.

V.C.Y
33 años
9:05 p.m.

2 comentarios:

Luna7ika dijo...

Hola, llegué a tu blog a través de mi prima. Me gusta mucho como escribes, creo que pasaré mas seguido por aquí. El amor que tu muestras en tus letras es una fiel muestra de lo que guarda el corazón, dicen que los ojos son ventanas del alma, en tu caso, tus letras son las ventanas de tu corazón. Éxitos.

Hitomi dijo...

Muchas gracias Luna7ika por tu comentario, me halaga mucho. Que bueno saber que te gusta como escribo y sí, intento ser lo más fiel a mí misma cuando escribo. Para mí escribir es liberarme del dia a día y vivir una realidad paralela. Hoy estoy en Trujillo, leyendote, gracias y espero verte más seguido por aquí.
un abrazo,
Vanessa