martes, 2 de febrero de 2010

Lima la insegura

Ya más tranquila amanecí hoy… Temprano porque ya no quiero dormir, debo pensar en cambiar las cerraduras de mi casa. Anoche a mi mamá y a mí nos asaltaron cerca a mi casa. Lima ya no es segura a las 8 de la noche, me gustaría creer que sólo estuvimos en el lugar equivocado, a la hora equivocada. Hace mucho tiempo que no caminaba por la colonial, desde que nos asaltaron en el mayo del 2005 tipo película siempre he procurado no pasar por allí. Anoche de regreso de ver a mi abuelito Lucho, por evitar tomar un taxi del Callao tomamos una combi, bajamos en el paso, al cruzar y caminar cerca del block 11, que está pegado a la pista auxiliar de la colonial, sucede el asalto. Mi mami se llevo la peor parte porque el choro la cogió del brazo, le enseño la pistola., le dijo tranquila mamita y se llevo su cartera. Justo ella venía diciéndome que cuando ella regresa de ver a mi abuelito nunca llega tan tarde, camina rápido, pero hay que estar alertas, siempre mirando, si mami le respondo. Poniendo en mi mente que lleguemos bien a casa. A lo lejos veo a Walter y le comentó a mi mami: Mami allí esta Walter vamos a saludarlo, aceleramos el paso. En ese momento paso un auto gris viejo, en ese momento paso por mi cabeza el recuerdo del asalto del 2005, pero como paso, me distraje diciéndole a mi mami voy a pedirle a Walter disculpas por no ir a su celebración el sábado porque estaba mal, y en, eso retrocede el carro, paro, son esos segundos en los que la mente piensa qué hacer. Vi que un tipo bajaba con un arma, sólo atiene a girar para jalar a mi mami para correr juntas pero no estaba a mi lado, voltee y vi que el choro corrió hacia mi mami, yo sólo atine a correr hacia Walter y gritar ayuden a mi mamá, con todas las fuerzas que tenía dentro. Sólo deseaba llegar donde Walter para que me ayudará, al llegar estaba Lili también, ellos me preguntaban, dónde esta tu mamá. En ese instante paso el carro lentamente, ya pensaba tirarme al auto, cuando escuché la voz de mi mami y la vi corriendo hacia nosotros. En ese minuto que paso el carro por nuestro lado, me provocaba insultarlos, pero algo dentro de mí no dejo que salieran las palabras, quizás fue mejor. Ellos tenían un arma.
Mi mami asustada me pedía anular las tarjetas, yo solo recordaba el teléfono del scotiabank, luego me tranquilizaron mis amigos, y recordé que en mi agenda estaba el número del interbank, llamamos y anulo su tarjeta. Ripley para variar no contestaba. Walter y Lili nos acompañaron hasta mi casa. Durante el camino era inevitable hablar de lo insegura que es esa zona, que también a Juan lo quisieron asaltar. Lili comentó que había escuchado a un señor decir: “Estos choros creen que uno no se da cuenta” minutos antes que nos asaltaran a nosotras.
Increíble que todo suceda a las 8 de la noche. Mi papá y mi hermano nos llamaron la atención, qué por qué van por allí, si allí también me han asaltado. Mamá si tú siempre me dices que no vaya por allí. Todo producto del nerviosismo, por teléfono no es lo mismo. Ya cuando llegaron a casa, otra vez a narrar los hechos. Papá acompaño a mamá a la comisaría, que lo único que hace es registrar los robos. Porque prevenirlos, nada que ver. Siempre te salen que no tienen personal, que están comiendo o vaya a saber que otra excusa ponen. No es la primera vez que pasa algo así en la unidad. Saben que no hay protección por eso asaltan.
Esta mañana mi papá comentó que Javier llamó al número de mi mami y primero no hablaron, pero él escuchaba lo que hablaban. Llamó por segunda vez, y lo insultaron. ¡Qué rabia! Tienen todavía la desfachatez de insultar. Lo bueno es que no sacarán provecho de nada de la cartera de mi mami porque todo fue anulado. La casa está protegida ya, sólo me da tristeza que los recuerdos de mi mami se hayan ido en el celular y su por tarjetas, mis cartitas, su Virgen de Guadalupe. Sólo le pido a Dios que nunca más tengamos que pasar por una experiencia así.
Cuando a uno lo asaltan o es testigo de un asalto, se siente vulnerable, siente miedo a salir. Anoche me sentí así, pasaba alguien por mi casa y lo veía sospechoso. Había decidido no salir, cancelar mi cita con mi amiga Noemí pero anoche que hablé con ella, sentí que no debía postergar más la visita. Así que hoy iré a verla.
El miedo a qué te pase otra vez no puede paralizarnos. No puedo dejar que unos desadaptados se roben mi paz, mi vida debe seguir. Así que hoy será un gran día, arreglaré lo que deba arreglar para que todo este en orden. Y listo a pasar la página y escribir una con las cosas buenas de la vida.

8:19 a.m.
V.C.Y

2 comentarios:

Zancudo dijo...

Vanessa lamento muchisimo lo sucedido a tu madre, pero ten encuenta una cosa y es que siempre seguiras durante varias semanas con sindrome de paranoia a los asaltantes y la mejor opciòn es tratar de hacer las cosas pendientes lo màs temprano que se pueda y cambiar la ruta de llegada a la casa. En lo personal a mi tambien me robaron en alguna ocasiòn con puñal y uno que otro rasgullo en la espalda, siempre se vive con paranoia cuando alguien se accerca pero fresca adopta la buena energia y de seguro que superas cualquier miedo. Abrazos del Zancudo. Angelito.

Juani dijo...

amiga una lastima lo del robo, desgraciadamente sucede en todo Lima y ya no estamos seguros.
saludame a tus papis