jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Cuál es tu mayor deseo?


Un día desperté con esa pregunta en la cabeza: ¿Qué es lo que realmente deseo en mi vida?. La búsqueda de la respuesta me ha llevado tres largos años, llenos de aprendizaje. Agradezco cada una de las lecciones.
Una de las cosas que más me cuestionaba era si realmente merecía encontrar lo que buscaba. Sin saber que la búsqueda en si misma se convirtió en el objetivo. Hubo noches en las que realmente sentía, respiraba y vivía como si la piel se me estuviera descolgando, sintiendo una masa de huesos y piel que andaba por la vida sin norte, sin rumbo.
Mi vida de parroquia se había acabado y todo lo que conocía, donde me movía de manera segura se había acabado. Por decisión personal decidí alejarme de la parroquia que me dio tanto. En esa “lejanía” estuve más cerca de Dios, en esos momentos de soledad, en los que me retaba mi propia fuerza a soportarme a mí misma, en esa angustia encontré a Dios siempre tendiéndome la mano, abrazándome cuando nadie más lo hacía. En esos momentos de rabia, incertidumbre y baja autoestima, encontré a Dios.
Seguí sin rumbo gracias a mis decisiones económicas, a la deriva con muchas cuentas sin pagar- Incluso ahora- Y sin embargo, nunca sentí a Dios tan cerca. Pruebas de fe las llamé cariñosamente sin entender aún que de Dios viene todo lo bueno y que no existe nada malo, que siempre una situación difícil trae una semilla de solución. Y así fue, todo se solucionó como por arte de magia, fue como si Dios me dijera: “Pide que se dará, pide con fe”, el tiempo de Dios es perfecto y cuándo internalizas eso, nada es igual.
Hace unos días desperté con la convicción que vienen tiempos buenos para mí. Soñé que lo que tanto esperaba se hizo realidad. Y sé que él llegará muy pronto, para llenarme de amor, para caminar de las manos, para sonreír y afrontar los retos de la vida. Sé ahora más que nunca que lo que yo más quiero es Ser Feliz. Nada me detendrá en mi afán de conseguirlo, siempre respetando al otro. Si alcanzo la felicidad esa felicidad, ésta contagia al otro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente.. Recién he leído tu blog y me gusta la manera como escribes. Chau