lunes, 18 de octubre de 2010

Se terminan las vacaciones


Hoy es mi último día de vacaciones. Quizás por eso estoy aún despierta a las 2:42 a.m. quiero aprovechar el día ¡jaja!

Anoche fue de revelaciones, celebraciones y reencuentros. Después de casi 5 años nos reunimos La Comunidad EJE para trabajar nuevamente en nuestra parroquia San Pío X, el llamado me emocionó y las ganas de servir a Dios se reavivan nuevamente. Ahora el reto es mayor porque ya no somos los chiquillos de antes, muchos de nosotros doblamos la edad de cuando nos iniciamos en el grupo. Ahora el reto es convocar a jóvenes para nuestra parroquia, revivirla. Es un desafío pero la comunidad EJE siempre ha vivido en constantes desafíos. Sé que Dios guiará nuestros pasos.
Estas vacaciones las viví prácticamente limpiando TODO jaja!! No he dejado de limpiar, botar cosas de mi cuarto. Esa decisión de dejar mi cuarto lleno de luz, sin rastros del pasado, me llevo a encontrarme conmigo misma a través de mis diarios, secretos amigos que guardan mi vida. Leer sobre mis amores pasados desempolvó sentimientos olvidados, me transportaron a épocas adolescentes en donde afirmaba que ya lo había olvidado, tras un encuentro casual en una combi con mi primer enamorado. Me hizo sonreír. O aquellas páginas que me revelaron escuetamente la ruptura con mi segundo enamorado. Seis años después del rompimiento, que no entendí en su momento, me devolvieron la autoestima que a mis 17 años, la decisión unilateral de Daniel se llevo.

De mis dos siguientes enamorados encontré también líneas, pero no me detuve en ellas, quizás porque son muy recientes apenas 10 años jaja!. La verdad, no quise detenerme más porque sería abrir puertas que cerré. La soledad en la que digo estar, me podría jugar una mala pasada y lo que no quiero es tropezar con la misma piedra.

Todo se fue a la basura. Para que quedarme con cosas que ya no tienen valor. Los muñecos los regalé, las cartas las quemé. Todo sin un ritual previsto, simplemente se fueron.

Pasé tiempo con mi familia. El paseo al Zoológico de San Miguel fue divertido, aunque claro tuvo su toque inicial de pimienta. Me contuve todo lo que pude. Pasear con mis padres, mi tía Olga y mi abuelita fue divertido. Aunque la abue Naty quedo exhausta, pedía a gritos que el coche de caballos la llevará, claro que el conductor de la carroza no se compadeció de mi pobre abuelita. La consecuencia de tanto caminar de mi abue de 90 años fue el viernes pasado un dolor intenso de talón, que gracias a Dios pude aliviar con lo que he aprendido de masajes relajantes recientemente.

Me hubiera encantado hacer más cosas en mis vacaciones como lanzarme en parapente, viajar fuera de Lima o dormir más. Pero tenía la obsesión de quedarme con lo indispensable en mi cuarto y lo he conseguido. Ahora estoy convencida que soy capaz de dejar lo que ya no necesito en el pasado y no volver a él.
Fueron unas vacaciones para mí,para reflexionar, para enfocarme en lo que realmente quiero. Hoy lo sé. Falta escribir esas razones, pero están en mi cabeza y mi corazón, no me las sacaré de allí hasta que vea cumplidos mis sueños.
Hoy en mi último día de vacaciones viviré intensamente, disfrutaré agradeciendo por estas vacaciones que me ayudaron a encontrarme conmigo misma. Que maravilloso descubrir que soy una mujer que madura con cada paso que doy en la vida. No estoy dispuesta a detenerme.
3:16 am
V.C.Y

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