sábado, 7 de marzo de 2009

Rabia

Cuando grito, me desconozco. Y si lo hago porque defiendo a una persona que amo de otra que amo más, me duele el después. Nunca he sido buena para quedarme callada en un pelea en casa, menos si mamá esta involucrado. Tengo toda la rabia contenida, y estoy encerrada escribiendo, eso me libera, no tengo ganas de salir, tenía una fiesta a las 10, ahora me quedaré en casa, no tengo ganas de nada. Sólo de escribir.

Estas dos semanas me han pasado cosas extraordinarioas, espirituales. Jesús, que ha sido siempre mi real mejor amigo, me dio el regalo más bello. Orar nunca ha sido tan fructífero para mí, confiar en Dios nunca ha sido tan palpable como ayer viernes. Soñar con Jesús ha sido la experiencia más espectacular de mi vida. Recordar la mirada de Jesús me llena de tranquilidad. Por eso me siento tan terrible hoy, tan mal por mi actitud con papá. Él es un hombre que debe ser amado mucho para que cambie, yo sólo tengo ganas de llorar como cuando él me saco de la cama cuando tenía 18 años o 19 años y me repetía una y otra vez que estaba harto de gastar dinero en mí, que era una estúpida por no ingresar a la universidad. He llevado años guardando ese resentimientos, hace algo unos años le dije que lo perdonaba. Hoy creo que no ha sido así nunca. Yo amo a mi papá, y hace una hora mi papá me había dicho que sólo confiaba en mí, ¡y qué he hecho gritarle! odio que mi padre lastime a mi mamá c on sus palabras cuando toma. Odio, lo detesto cuando él lo hace. Pero no puedo evitar sentirme mal porque amo a mi papá. Y lo he estado haciendo tan bien estas dos semanas, desde que un taxista me dijo que debía perdonarlo para ser feliz, y no lo decía él sino Dios. Ese encuentro fue espiritual, no conocía nada de mí y me dijo tantas cosas que nunca he dicho, sólo con mirarme.

Yo merezco ser feliz y sé que el resentimiento con mi papá no es bueno para mí. Deseo volver a los días en que mi papi era mi confidente, a los días en que amaba jugar con él, a los días en que no importará que pasará siempre contaba con él. Hoy sólo quiero llorar, hace meses que no lloro, me he convertido en un mujer que maneja sus lágrimas con la maquinación de una actriz teatral. No quiero que nadie me vea llorar, no quiero que piensen que soy una débil y no lo soy. Soy una luchadora, cada cosas que he ganado en mi vida, me ha costado. Yo no quiero vivir dandole lástima a nadie.

Son por momentos como estos por los que me desplomo, donde mando al tacho toda mi filosofía positiva, mi ganas de ser feliz, de luchar por mis sueños. Porque mi debilidad es mi papá, me desarmo cuando él me agrade, saca lo peor de mí y no puedo frenar mi boca. Me da rabia no mantener el equilibro, la boca cerrada cuando discutimos. Hay días en que me siento la reina del mundo, de mi mundo y otros en que cenicienta me queda chiquita, soy la reina del drama!!

Escribir es lo único que mi libera, cantar desesperadamente con mi voz de karaoke, me llena de vida porque deja que fluyan mis lágrimas, vuelva a encontrarme con mi niña interior, con la niña de papá. ES QUE AMO TANTO A ESE HOMBRE, que me da rabia ver como se transforma en otro ser cuando bebe. ODIO EL LICOR!!!

Ya no sé cuantas veces le he dicho que no hablé si toma, daña demasiado. Odio cuando empieza con sus aires de grandeza, de que él nunca pide perdón, su soberbia me transforma en un ser que aborrezco. Imagino que esta noche lloraré un poco más, me refugiaré en mi libro favorito y le diré: Hey chico de cabellos como el trigo, ven a arroparme, a cuidarme como tu rosa.
7:35 pm
31 años
V.C.Y

No hay comentarios: