lunes, 10 de noviembre de 2008

Suspiros por la tarde


Es una tarde callada, algo de sueño, mucho trabajo y en mi pensamiento: Tú. Eres como un sueño que deseo volver a tener, tu mirada esquiva, tus palabras a medias me susurran al oído que nunca serás mío.
La personas no son propiedades, es cierto pero cuándo se ama, acaso ¿no sentimos que somos dueños de tu compañero?. Uno no puede ir por la vida buscando tu prótesis sentimental, es cierto. Uno debe vivir su vida y si en el camino te encuentras con el hombre o mujer de tus sueños, toma la oportunidad y sonríele a la vida. Y si eso no pasa, agradece por tu ritual personal. No te arrepientas de nada.

Yo no me arrepiento de lo vivido en el último fin de semana. Eres una página en blanca, que pase sin escribir por miedo, por tímidez, por temor al rechazo. Sólo escribí tus iniciales al final de la página y la pase, sin dolor, sin lágrimas. La pase con profundo agradecimiento y un poquito de nostalgia porque se acabo mi tiempo para soñarte. Y es que así son los sueños: breves, mágicos y sanadores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vanessa por favor no sufras más, si son breves, mágicos y sanadores pero ten presente que la vida solo te enseña el verdadero amor, el tiempo te pondrá en ese plano astral y es allí donde tus jodidos sentimientos se ponen a prueba. Espero que te encuentres bien, el trabajo en Colombia se atora cara vez más y no queda mucho tiempo para saludar pero ya estoy aquí de nuevo para dejarme deslizar por tus post. Buen post.