domingo, 1 de febrero de 2009

Adiós a la sufrida


Hoy te despido sufrida, hoy te digo adiós, sólo mantenerte cerca ha hecho que no explore el maravilloso mundo de lo desconocido, de lo no planeado. Has estado muchos años intentando controlarme, y te lo he permitido. Pero hoy de todas maneras te digo adiós, ya me cansé de mirarte al espejo y decirte: “Pobre de ti, pobre nadie se fija en ti”. Ya me cansé de compadecerte cada noche, que todo lo que escribo tenga ese tinte dramático de la mujer que sufre por no sentirse amada.

Hay momentos de mi vida en que ya no te aguantaba más. Había noches en la que te odiaba intensamente, sin darme cuenta que era yo la que te retenía, te alimentaba y te vestía. Cada palabra que pronunciabas sólo confirmaba mi idea del patito feo atrapado en la rutina, anónimo, desapercibido. Hoy no quiero seguir alimentándote, por hacerlo he perdido años en la búsqueda del amor, bueno ya sé que el amor no se busca, sólo llega. Y si bien todo en la vida es aprendizaje, yo permití que tú manejarás mi vida, como dice Vincent M. Roazzi en la Espiritualidad del éxito: “Nadie puede hacernos sentir nada sin nuestro permiso”. Y es sólo hasta ese momento que encontré esa frase, en que reflexioné: “Hasta cuando irás dando lástima”. No ha sido la idea de lo que yo quería ser. Hoy digo adiós a mi niña sufrida de telenovela, hoy le digo adiós a mis noches de llanto porque nadie me quiere, hoy le digo adiós a mis notas desgarradoras.

Hoy le digo bienvenida nueva mujer que vivirá intensamente cada día de su vida como si fuera el último. El amor, seguramente me encontrará en ese disfrute. Sólo hasta hoy entendí que yo soy capaz de crear mi propio destino, alcanzar mis sueños y que he nacido para ser intensamente feliz.

V.C.Y
1 FEBRERO 2009-02-01
18:59

No hay comentarios: