martes, 29 de enero de 2008

Nunca más apretadita





¡¡Qué has venido calatayu!- uno, siguiente que me saludo: ¡Que poca ropa!, tres: “¿Estas calurosa?. Sólo respondo: tengo calor. Silbidos por allá, no me puedo ni acercar a preguntar sobre mi comisión, mis compañeros logran que me ponga roja. Sólo porque cambie de estilo hoy, sólo porque me puso un pantalón más ceñido y un bvd.

Cuando era niña y caminaba al lado de mi prima Andrea, me sentía un patito feo. Mi prima siempre acaparaba las miradas, silbidos y demás piropos. ¡Me incomodaba andar con ella! Porque la sensación de no existir para los chicos a los 14 ¡Es realmente frustrante!. Quizás por eso cuando Fabián se me declaró, no podía creer que un chico se fijará en mí, la chica tímida del grupo, que vestía como niñita de primaria y usaba trenzas.

Y quiero confesar que uno de mis sueños fue ser modelo, ocultamente miraba las revistas de modas que llegaban a mis manos y hasta ahora cada vez que puedo ver los Fashion Week o American Top Model. Soñaba que algún día alguien por la calle me dijera: ¡Que guapa esa chica!. ¿No quieres ser modelo? ja,ja!!! ¡Que loca idea! Mi autoestima estaba por los suelos, confieso que me ha tomado más de 10 años aceptarme como soy. Todo empezó en Eje, gracias a ese retiro me di cuenta de lo maravilloso que es ser único e importante para Dios, descubrí cualidades que no sabía que tenía, conocí a mis mejores amigos, mis hermanos del alma. Luego vino ese proceso llamado universidad, secretamente deseaba ser la más popular por linda y no por inteligente, ¡ya sé es una estupidez! ¡Pero quien no sueña con ser popular!, logre serlo por mis cuadernos de apuntes, TODOS ME LOS PEDÍAN PARA LOS PARCIALES Y FINALES, HASTA EN LA FOTOCOPIADORA LOS VENDÍAN!!! Bueno al menos me mencionaron en el discurso de despedida je,je.

Cuando empecé en Telefónica, estaba rodeada de chicas seguras de sí mismas y fashion, sentía que no estaba en mi lugar pero necesitaba el dinero para terminar mi carrera. Poco a poco me fui acostumbrando a la forma de hablar de cada una de ellas, a los lugares que frecuentaban, mi sueldo de practicante no me alcanza para ir a esos lugar, pero igual iba para no desentonar. Recuerdo aquellas épocas como lecciones de vida.

Hoy no me preocupa si me ven o no, hoy me miro al espejo y me gusta lo que veo: una mujer saludable, con vitalidad, con ganas de vivir y que como consecuencia de cambiar de hábitos alimenticios, se siente mejor que nunca. Por eso hoy, que mis compañeros se han empecinado en decirme que me veo bien, acepto los piropos con roche y secretamente sonrio. Ahora sólo falta la tarea más difícil: aceptar los halagos sin ponerme roja ja,ja!!! No mentira la tarea más complicada que tengo ahora es trabajar más en mí misma, en convertirme en una líder fuerte. Es decir trabajar mucho más en mí como ser humano.

Es maravilloso tener 30, tener un trabajo, un negocio, familia, amigos casi hermanos y sobrinos que adoro cuando me dicen: Llego la tía Vanessita, nada... Nada me enternece más que escuchar sus vocecitas y observar como me sonríen. Apapacharlos y preguntarles: ¿Quién es la preferida o preferida de la tía Vanne? Y rápidos responden: YO. Peleandose por mis abrazos, ¿no es lo más maravilloso que le puede pasar a una chica soltera?